Mateo Fernández, un estudiante de 15 años de Allen, creó un producto para evitar el uso de agroquímicos. Tanto universidades, multinacionales como el propio INTA se mostraron interesados en su creación.

Según relató La Mañana Neuquén, Mateo creció rodeado en un entorno natural, junto a la producción de manzanas y peras. Desde antes de cumplir los 10, el jóven “científico” ya estaba interesado en el mundo de la fruticultura y desde esa edad empezó a conformar sus primeras ideas.

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Este pequeño visionario creó un fertilizante orgánico que él mismo desarrolló, probó y también lo vende hace un año. 

Además, es cabeza de una empresa que empezó a rodar y crecer, AgroArg Fertilizantes, firma convenios con el INTA, con organismos de Fruticultura y con la Universidad Nacional del Comahue para estudiar, desarrollar y potenciar sus creaciones y fue reconocido, en Río Negro, por ser el emprendedor más joven.

Su meta es desarrollar e implementar productos ecológicos y así abandonar los nocivos agroquímicos en el Alto Valle. Importantes empresas multinacionales ya lo han contactado. interesadas en su trabajo.