Lo que las PASO nos dejó

Alrededor del 75% de los argentinos habilitados a votar se dio cita este domingo para elegir mediante la primaria nacional a sus representantes que competirán en la elección general el próximo 25 de octubre.

El mal clima en algunas provincias y el desconocimiento que todavía existe en algunos ciudadanos sobre qué son y para qué sirven las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), hicieron que este porcentaje no sea aún mayor.

 

De las 15 fórmulas pre candidatas quedaron 6 para suceder a la Dra. Cristina Fernández de Kirchner a partir del 10 de diciembre. El corte establecía que los que no llegaran al 1.5% de los votos, deberían olvidarse de ser candidatos presidenciales. Por lo tanto el Frente para la Victoria consolidó a su única fuerza, Scioli-Zannini con algo más de 38 puntos.

Ocho puntos debajo quedó el Frente Cambiemos, que sí tuvo su interna y que legitimó a Macri-Michetti por encima de Sanz-Llach y de Carrio-Flores. Y posteriormente, entre las tres más votadas, Massa-Sáenz fue el ganador en la interna de UNA frente a de la Sota-Rucci con aproximadamente 20 puntos. 

 

Las otras tres fueron del Caño-Bergman, que superó al histórico dirigente de izquierda Jorge Altamira y logró el cambio generacional que pregonaba dentro del Frente de Izquierda. Por otro lado, Stolbizer-Olaviaga re confirmó su presencia en octubre a pesar de haber tenido un flojo desempeño que mostró también el poco acompañamiento del socialismo durante su campaña.

Finalmente, el que sorprendió por haber superado ese corte, fue el referente del peronismo disidente (que quedó fuera del acuerdo con Massa y De la Sota) Adolfo Rodríguez Saá acompañado por su coterránea Liliana Negre de Alonso. 

En cuanto a los máximos exponentes que aspiran con chances reales a ocupar el Sillón de Rivadavia, podemos destacar algunas cuestiones. En primer lugar que el voto no es lineal. Las provincias que habían tenido elecciones provinciales con resultados contrarios al oficialismo nacional, tuvieron otros números este domingo. Nuestra provincia es uno de los ejemplos más evidentes. Weretilneck superó por casi 20 puntos a Pichetto en la elección provincial. Ahora Scioli sacó la misma diferencia sobre las fórmulas de Cambiemos.  Salvo en la Ciudad de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y San Luis, en el resto Scioli se impuso.

De todas maneras, el Frente Cambiemos se consolidó como segunda alternativa de gobierno a pesar del poco rodaje. Hizo mejores elecciones en aquellos distritos importantes en cuanto al caudal de voto; inclusive en la provincia de Buenos Aires, que tuvo a su candidata a Gobernadora, María Eugenia Vidal, como la más votada por encima de Aníbal Fernández, Julián Domínguez y Felipe Sola.

El acuerdo con radicales y "lilitos" tuvo su efecto, dándole por ejemplo mejor volumen de votos en la misma Ciudad de Buenos Aires donde el PRO es la fuerza local pero que siempre fue un bastión importante para la Presidente al momento de ser elegida como tal en las elecciones de 2007 y 2011.

 

UNA, que representa parte del peronismo más ortodoxo si se quiere y conserva parte del voto no kirchnerista (el voto opositor lo tiene en gran medida el Frente Cambiemos) hizo una mejor elección de la esperada. Massa hizo pesar su condición y construcción bonaerense, para imponerse cómodamente frente al gobernador cordobés. Ahora busca apuntar a consolidar ese frente y evitar en primer lugar que quienes votaron a De la Sota, no se vayan con Scioli.

Este último necesita por un lado del voto peronista pero también de los independientes. Ya anunció que le reconforta que parte del votante de UNA, comparta con él algunos valores por ejemplo. El tema es que Massa, por su cuenta, ofreció ayer mismo desarrollar un espacio junto a Macri y Stolbizer para impulsar políticas de Estado. Inclusive habló de hacer un acuerdo programático con el mismo Jefe de Gobierno porteño. Obviamente Scioli no está contemplado en este potencial acuerdo, que será electoral porque ninguno va a declinar su candidatura por sobre otro. 

Dentro de Cambiemos, Macri primero debe apostar a que los votos de Sanz y de Carrio se queden con él, y evitar que por ejemplo el voto radical comulgue con Stolbizer. El radicalismo le aporta presencia en todo el país, pero no tanto voto si analizamos que el dirigente mendocino sólo saco poco más del 3% aproximadamente. Por eso Macri llamó la unidad de los argentinos cuando cerró su discurso ayer a la noche. Necesita asegurarse esto más que nada.

En la distribución de los votos de Sanz, Carrio y De la Sota está la clave para octubre. Tanto Macri, como Scioli y Massa conocen su piso. Ahora buscarán tener el techo más alto. Se supone que será más fácil para Macri retener los votos de sus compañeros de frente, de que Scioli consiga algo del frente UNA.

El sciolismo quedó a sólo dos puntos de alcanzar su objetivo, que era tocar los 40. No lo logró, por lo cual la elección no fue óptima pero tampoco fue mala. Deberá bregar para que la elección de Aníbal Fernández como candidato a Gobernador en la provincia, le reste la menor cantidad de votos a nivel nacional. Por su parte Felipe Sola, consolidado como candidato para la provincia del frente UNA, buscará captar el voto peronista que en esta primaria optó por Julián Domínguez. 

Los objetivos de los principales espacios son variados. Disputan sobre un mismo electorado que necesitan seducir, sin perder lo conseguido en esta elección. El Frente para la Victoria busca evitar el balotaje y ganar en primera vuelta. Para eso debe alcanzar los 40 puntos y superar por una diferencia de 10 puntos al segundo, u obtener 45% de los votos algo que parece más improbable.

Por otro lado Cambiemos en general, y Macri en particular buscarán forzar al oficialismo nacional para evitar que todo se acabe en octubre, y por eso necesita más que nunca de UNA. Estos últimos quieren evitar la polarización entre Scioli y Macri, y ser ellos los que ingresen a una eventual segunda vuelta.