Y ahora, ¿cómo seguimos?

Pasaron laselecciones. Si bien restan algunos municipios, entre ellos San Carlos deBariloche, el grueso de los comicios ya es historia. La impensada diferenciaentre el Frente para la Victoria y Juntos Somos Río Negro marcará seguramente unantes y un después en el armado político rionegrino.

El Gobernador AlbertoWeretilneck logró un triunfo que superó los 68.000 votos; un número para nadadespreciable si analizamos como se dieron las últimas semanas de campañaelectoral. Como comenté durante el editorial pos elecciones, el peronismo localdeberá replantearse muchas cosas. Algo así como barajar y dar de nuevo.

También los radicalesson quienes tienen que pensar su sobre su futuro. Río Negro, es una provinciaradical (?) a partir de 1983 sobre todo. El peronismo en su versión másortodoxa tuvo un breve y trágico pasodurante sólo 20 días porque una malditabala quiso que así sea. Pero la UCR, necesita más que nadie renovar susfiguras. No alcanzó con el regreso a los primeros planos del ex GobernadorHoracio Massaccesi para intentar re lanzar el partido. Deberá afrontar tambiénun proceso de transformación absoluta si pretende retornar al poder.

No es ninguna novedaddecir que Weretilneck ha hecho una gran elección. Supo en todo momento quéhacer a pesar de haber demostrado por momentos lo contrario. El conflictofrutihortícola que conmovió y conmueve no sólo al Alto Valle, sino al resto delas provincia fue un poco el termómetro de la elección. El mismo era algo quese preveía ante el fuerte atraso cambiario que están sufriendo todas laseconomías regionales del país. Pero el Gobernador lo dejó venir, y en elmomento exacto plantó un discurso con tono victimizado que no hizo otra cosa deexponer a Miguel Angel Pichetto quien había sido el principal interlocutordurante las primeras negociaciones del mes de enero con el Gobierno Nacional.

Por su parte, atento ala realidad de la UCR, incitó a la división de sus máximos referentes quefueron en diversas listas, inclusive con él mismo. Para cerrar su estrategiaelectoral, y ante la nacionalización de la campaña de Pichetto, optó porprovincializar su perfil. Justició sus decisiones en el armado de un partidonetamente local, se pegó a su par de Neuquén que de esto sabe algo y se fuealejando cada vez más de quien había sido en su momento su referente a nivelnacional, el diputado nacional Sergio Massa.

Pero la elección delpasado 14 de junio no sólo legitimó el triunfo de Juntos Somos Río Negro, sinotambién le permitió tener la mayoría en la legislatura provincial a partir dediciembre próximo.  Mientras tanto logrótener también la titularidad de las comisiones del parlamento provincial. Antesde los comicios sólo contaba con una, ahora ya obtuvo la "jefatura” en lascuatro restantes. Inmediatamente, se puso a disposición de los productores quesiguen a la vera de las rutas porqueahora quiere ser él quien resuelva el conflicto (o por lo menos mostrarse comotal).

La próxima definiciónpolítica que tendrá que tomar es de cara a las elecciones nacionales. Por ahorasabemos que para las PASO no apoyará a ningún candidato. Luego optará poralguno que garantice el progreso y desarrollo para Río Negro. Nuevamente abocaa la idea de priorizar la provincia porque además tiene algo que el resto delos dirigentes provinciales no tiene. Respaldo de las urnas, se muestra comoganador y esa será su carta de negociación.

Río Negro sufrió muchoen estos últimos cuatro años. Desde el punto de vista institucional mucho másaún. La seguidilla de acontecimientos extra políticos por llamarlos de algunamanera, no hicieron otra cosa que mover los estantes. Tal vez en un par deaños, con mayor perspectiva, lo podemos entender mejor. Por ahora sólo serenuevan expectativas, como cada cuatro años. Ojalá estén a la altura de lascircunstancias.

Mariano Vila
@MarianoVila