Varios organismos internacionales que se dedican al estudio del clima a nivel mundial informaron sobre el final del ciclo conocido como “La Niña” en América del Sur, que significa sequías, y el paso a una etapa más estable. ¿Eso marcará el fin de la emergencia hídrica en nuestra región? Por las dudas, la Autoridad de Cuencas sigue restringiendo caudales: el río Negro, a la altura de Apycar, bajó a la mitad con respecto al verano último.

“Todavía es prematuro decirlo”, afirmó el presidente de la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas, Daniel Figueroa. Si bien hubo abundantes nevadas y precipitaciones en la zona cordillerana y las expectativas son mayores a las que se habían registrado en años anteriores. No obstante, la “Niña” no parece ser la única responsable de la extensa sequía que afecta a la región.

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Este fenómeno, caracterizado por el enfriamiento de las aguas en las costas del Pacífico, a la altura de Perú y Chile, se traduce en un déficit de precipitaciones en el sur del continente americano. Y provocó una notable caída de las cosechas de granos en la Pampa Húmeda, afectando al conjunto de la economía nacional. Si bien se considera a esta Niña como una de las “más extensas de la historia”, duró solo tres temporadas. La sequía que afecta a la cuenca del río Negro lleva ya 13 años.

El pronóstico extendido del Servicio Meteorológico Nacional para el trimestre mayo-junio-julio indica para la región “precipitaciones normales o superiores a las normales”. Y si bien las nevadas fueron recibidas con regocijo por los centros turísticos de Río Negro y Neuquén, en la AIC prefieren manejarse con mucha cautela. Extrema.

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Por esa razón, el organismo de control mantiene las restricciones de la “emergencia hídrica” y en las últimas semanas disminuyó las caudales del río Negro. Tras una temporada estival en que se llegó a 600 m3/segundo, para permitir el riego y facilitar la mayor demanda de las poblaciones, ahora se bajó a la mitad. Desde el Neuquén, bajan 60 m3/segundo; y por el Limay se dejan pasar hasta 250 m3/segundo.

“Hay que esperar”, señaló Figueroa. “Ya otras veces hemos tenido expectativas que después no se cumplieron. Seguimos siendo cautelosos”, explicó.