La ruta nacional 151 sigue con su proceso de deterioro. Ahora, en su punto cero: después de la rotonda con la ruta 22 y apenas atravesando el puente ferroviario se formaron unos grandes baches que dificultan el tránsito. Al llegar al lugar, los vehículos tienen que frenar y sortear el obstáculo con maniobras evasivas para no dañar el tren delantero.

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Esta dificultad genera un entorpecimiento general en la circulación y en distintas horas se forman extensas colas de camiones y vehículos livianos, que aspiran retomar por la 22 o bien dirigirse hacia Cinco Saltos, Catriel o algún destino ubicado más al norte.

La recomendación: que quienes puedan evitar ese tramo, tomen el camino alternativo. Y para quienes no pueden, pues a armarse de paciencia porque ese sector se tendrá que manejar casi a paso de hombre.

Es el mismo sector donde más de un camión queda enganchado con la estructura metálica del ferrocarril, al sobrepasar la altura máxima permitida. En ese tramo convergen un canal de riego terciario (que pasa por arriba, sobre la acera este), y otro cuaternario, que atraviesa la ruta en forma subterránea.

Con el regreso del riego, suele inundarse en más de una oportunidad por pérdidas o por el taponamiento del ramal más chico. Y ese exceso termina deteriorando la cinta asfáltica a un ritmo mayor con la carga de tránsito, especialmente el pesado.

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Vialidad Nacional asumió el compromiso de reparar esta situación y definió una serie de obras, que incluye bajar el nivel de la carpeta asfáltica (para aumentar la altura de paso), y trabajos complementarios para mejorar la canalización y el escurrimiento de las aguas.