22/07/2022

Quién es Axel Córdoba, el rionegrino seleccionado entre los 50 mejores estudiantes del mundo

Quién es Axel Córdoba, el rionegrino seleccionado entre los 50 mejores estudiantes del mundo
Axel Córdoba y la bandera de Fernández Oro, un símbolo que ahora representa a su ciudad por adopción
Axel Córdoba y la bandera de Fernández Oro, un símbolo que ahora representa a su ciudad por adopción

Está en los tramos finales de la carrera de Geología en la Universidad del Comahue. Y con apenas 25 años, tiene en desarrollo un producto diseñado para tiempos de sequía: hydroplus, un polímero que permite regar de manera más eficiente, ahorrando hasta la mitad del agua. Además, ideó una propuesta de extensión para permitir la investigación en física o química en cualquier escuela del país: Ciencia Cristalina.

En los ratos libres, reconoce que le gusta la literatura. Escribe poesía y algunas narraciones. “Soy casi normal”, dice y se ríe. Y ahí apunta que le gustan las series, salir a correr, ir al gimnasio. Pero como si le faltara algo, además es el autor de la bandera de Fernández Oro, la ciudad que adoptó junto a su familia hace siete años. Axel Córdoba es tucumano, y por razones familiares al terminar la secundaria se instalaron en la localidad valletana. Y desde allí fue profundizando su búsqueda, tratando de satisfacer una curiosidad que no reconoce límites.

“Tuve que investigar mucho sobre la historia y los valores de la comunidad. Fue un momento especial, porque ese símbolo dejaba de ser algo personal para convertirse en la representación de una ciudad”, contó, quizás sorprendido por la elección de su bandera.

Axel explicó que al enterarse del concurso que organizaba Chegg.org, buscando a los mejores estudiantes del mundo, se preguntó “por qué no”. Si en definitiva, reunía varias de las condiciones requeridas: buenas calificaciones escolares, proyectos en marcha, seminarios, participación. Así que se animó y mandó los papeles. “Cuando vi que éramos más de 7.000 inscriptos, perdí las esperanzas”, contó. Pero esta semana le llegó el mail en el que le anunciaban que estaba seleccionado entre los 50 que seguían en carrera por el premio. “Tuve que leerlo varias veces para darme cuenta que era en serio”, dijo con una sonrisa.

El jurado realizará un segundo corte en agosto, cuando quedarán solo 10 estudiantes, y a fin de año seleccionará al ganador que se hará acreedor a los 100.000 dólares del premio. Una situación que no le quita el sueño. Mientras tanto, se prepara para rendir los finales que le falta y consolidar el emprendimiento de hydroplus, que lleva adelante con un compañero de la facultar, Denis Alvarez.

 

Hydroplus es un compuesto granular, sobre la base de un polímero al que se le incorporan minerales esenciales para el desarrollo de las plantas: nitrógeno, fósforo y potasio. “Es un polvo granular que se hidrata con el agua, absorbe 80 veces su propio peso, es una sustancia no tóxica, biodegradable. Absorbe el agua y la va liberando en la medida que la planta lo necesita. El uso del agua se reduce a la mitad. Si tenías una planta de tomate que necesitabas regar cuatro veces por semana, con esto se reduce a dos veces. Tiene un potencial enorme para la agricultura, cultivos extensivos. Ahora lo hemos probado en huertas, jardines, macetas, cosas más domésticas”, comentó.

Los jóvenes no se quedaron en la investigación solamente, sino que idearon una forma de comerciar el producto on line, a través de su página www.hydroplus.com.ar . “Nos están llegando pedido de varias provincias para probar como funciona. Es el primer hidrogel retenedor de agua de todo el mundo que incorpora estos nutrientes que son naturales, a base de minerales, todo lo que la planta necesita para las primeras etapas de crecimiento”, explicó.

Su otra búsqueda es facilitar las actividades de investigación en las escuelas de cualquier región, por aislada que se encuentre, utilizando aquellos materiales que pueden encontrarse en cualquier casa. “Un tubo de ensayo o un microscopio, no están en una escuela rural. Pero un frasco de mermelada, uno de azúcar, una cuchara de madera, eso sí se consigue. Con esas cosas simples se puede empezar a hacer ciencia a propuesta de Ciencia Cristalina. Los chicos pueden hacer crecer cristales sobre un mate, sobre un zapato, aplicándole colorante, armarse una geoda…dejar volar la creatividad vinculando el arte, la ciencia y la tecnología”, precisó. Una síntesis de su pasado de escolar curioso en las escuelas de Tucumán; y su presente que le permite acceder a otros niveles de educación. Pero la curiosidad se tiene que fomentar desde la infancia para después canalizarla en una educación de las ciencias. Esa es la síntesis de su proyecto de Ciencia Cristalina.

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