Carne picada en mal estado, por color y olor preocupante; cortes de carnes y huesos dispuestos para moler, en mal estado; y costillares congelados y sin rotular. La carnicería de calle Mengelle a la que se le decomisaron 500 kilos de mercadería, puede recibir una multa millonaria. El monto máximo alcanzaría los 6,8 millones de pesos. Nada menos.

Los inspectores de Bromatología labraron el acta en base a tres artículos de la ordenanza de Comercio: faltas a la legislación vigente; exhibición y venta de carne sin rótulo, sello o vencidos; y existencia de alimentos contamiados.

El responsable del local comercial tiene un plazo de cinco días hábiles para presentar el descargo y la documentación que lo respalde. Luego, la jueza municipal de Faltas deberá emitir la resolución correspondiente.

La carnicería en cuestión está ubicada sobre la calle Mengelle, entre Ituzaingó y Ecuador. Los inspectores encontraron carne picada en mal estado; otras pulpas inclasificables que no se encontraban aptas para el consumo; y costillares congelados sin rotular en una de las cámaras. Se explicó que eso impide determinar el origen de ese corte. Además, en las carnicerías debe venderse “en fresco”, sin congelar.

Tras el procedimiento, se decomisó la mercadería en mal estado y se realizó un acta contravencional que se derivó al Tribunal de Faltas. Ahora, sus propietarios tienen cinco días para realizar el descargo y después la jueza municipal puede realizar su fallo.

En el lugar, y ante la presencia de los inspectores de Bromatología, el propietario de la carnicería habría responsabilizado por la situación al técnico contratado para supervisar las operaciones de la sucursal.