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Glaucoma: la primera causa de ceguera prevenible en el mundo
El glaucoma, considerada la principal causa de ceguera prevenible en todo el mundo, afecta a más de 60 millones de personas a nivel internacional.
En Argentina, más de 1 millón de personas padecen esta enfermedad ocular que genera daños irreversibles en la visión. La detección temprana y un tratamiento adecuado son fundamentales para detener el progreso del glaucoma y mantener la visión de los pacientes.
El glaucoma es un trastorno que ocurre cuando la salida del líquido intraocular se obstruye, lo que aumenta la presión en el ojo y daña el nervio óptico y los vasos sanguíneos que lo nutren. Este aumento de la presión intraocular puede producir daños paulatinos pero irreversibles en la visión si no es tratado a tiempo.
Uno de los principales desafíos del glaucoma es que no suele presentar síntomas en sus etapas iniciales, lo que lleva a que muchas personas desconozcan que lo tienen hasta que su visión ya está afectada. Algunos signos que pueden indicar la presencia de glaucoma incluyen la dificultad para adaptar la vista en lugares oscuros, la pérdida de la visión lateral y la aparición de arcoíris en forma de anillo alrededor de las luces.
Es fundamental que las personas con factores de riesgo asociados al glaucoma, como tener más de 40 años, tener antecedentes familiares de la enfermedad, usar corticoides o haber sufrido traumatismos oculares, se realicen exámenes oculares periódicos para detectar a tiempo cualquier indicio de glaucoma. Este examen es rápido e indoloro y permite al oftalmólogo observar el fondo de los ojos y tomar la presión intraocular.
El tratamiento del glaucoma se centra en detener el progreso de la enfermedad y reducir la presión intraocular. Para ello, se utilizan gotas oftálmicas que deben aplicarse todos los días y se recomienda realizar controles periódicos con el oculista. Además, recientemente se ha desarrollado un método de tratamiento con láser conocido como trabeculoplastia láser selectiva (SLT por sus siglas en inglés), que puede evitar la necesidad de las gotas y los posibles efectos secundarios de la medicación.
Es importante destacar que la pérdida de visión causada por el glaucoma no se puede recuperar, por lo que la detección temprana y el tratamiento adecuado son fundamentales para prevenir la ceguera en forma irreversible.
Mantenerse informado sobre el glaucoma y visitar al oftalmólogo al menos una vez al año son estrategias clave para proteger la salud visual y prevenir la pérdida de visión causada por esta enfermedad silenciosa pero peligrosa.
