La dura confesión de la madre de Romina Uhrig: "Me cansé de que me trate como basura"

Lidia Uhrig, madre de la ex Gran Hermano Romina Uhrig, abrió su corazón y reveló detalles desconocidos sobre la complicada relación que mantiene con su hija. En una intensa entrevista con LAM, la mujer confesó su angustia y compartió momentos dolorosos que han marcado sus vidas.

Romina se encuentra en el centro de la polémica tras ser imputada por supuesto lavado de dinero relacionado con su paso por la política junto a su esposo Walter Festa, exIntendente de Moreno. Sin embargo, la historia de Romina no se reduce solo a la fama televisiva, sino que está teñida por una serie de situaciones difíciles en el ámbito familiar.

Lidia comenzó la conversación hablando de la Romina pre fama, una persona normal y afirmando la humildad de su familia. Pero todo cambió cuando su hija conoció a Walter Festa, y la vida de ambos se transformó. Lidia, madre fuerte y trabajadora, crió a sus cinco hijos sola, enfrentando múltiples adversidades.

La angustia de Lidia surgió al hablar sobre los problemas de adicción de su hijo menor y las consecuencias que esto ha traído para toda la familia. Además, reveló sufrir ataques de pánico debido a la situación de Juli y Romi. Se abre así un trasfondo familiar doloroso.

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Con lágrimas en los ojos, Lidia manifestó que Romina ha cambiado y ahora desconfía de los demás, pensando que solo se le acercan por el dinero. Pero la madre dejó en claro que nunca le ha pedido nada económicamente a su hija. También cuestionó la actitud de Romina en relación a su familia, mencionando el cambio luego de mudarse a un country y que su tía travesti, a quien Romina atribuye la crianza, simplemente vivía junto a ellos mientras Lidia trabajaba de prostituta en saunas.

En medio de lágrimas y comprensibles resentimientos, Lidia relató que fue víctima de violencia de género y abuso sexual. Tuvo que trabajar desde muy joven para poder contar con lo básico para criar a sus hijos. En uno de los momentos más estremecedores de la entrevista, Lidia confesó que vivió años en la prostitución y que eso la marcó profundamente, tanto que ahora no puede mantener relaciones íntimas.

A pesar de las duras palabras y los momentos de angustia, Lidia declaró que sigue amando mucho a su hija Romina. Sin embargo, expresó su preocupación y mencionó que cree que Romina está enferma por la manera en que actúa y procesa las situaciones. Incluso, mencionó que Romina abandonó las sesiones de terapia porque no le gustaban las cosas que el psicólogo le decía.

Lidia finalizó su confesión con una dolorosa súplica hacia su hija, deseando que Romina despierte y vuelva a ser la persona que era antes de toda la fama. Su intención no es dañarla, sino buscar un camino de reconciliación y esperanza. Lidia aseguró que cuando Romina salió de la casa de Gran Hermano, sintió a su hija nuevamente, pero lamentablemente, las cosas no han sido como esperaba.

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La ardua entrevista dejó al descubierto una historia de dolor, sacrificio y una relación familiar enredada en situaciones difíciles. El futuro de Romina aún es incierto, pero queda evidente el amor de una madre que no se cansa de buscar a su hija.