Durante la madrugada del martes, un grupo de desconocidos arremetió contra un transformador de distribución eléctrica ubicado en un barrio cercano a la zona de Puente Cero: derribaron una de las máquinas y la destruyeron para apoderarse del cobre, para lo cual dejaron sin servicio a cientos de familias, y se dieron a la fuga. Y Cervantes empieza a estar en la cima de un ranking dramática: la de mayor cantidad de robos contra las instalaciones eléctricas.

En el sector, la empresa EdERSA realizó una obra de regularización eléctrica muy esperada por los vecinos. Se tendieron 2.500 metros de media tensión, más de 700 metros de baja tensión, se instalaron 4 subestaciones transformadoras, con una inversión que superó los 15 millones de pesos. “Se normalizó el servicio y se llevó energía más segura y de calidad, pero resulta que en menos de un mes ya nos robaron un transformador”, se lamentó una fuente operativa de la distribuidora.
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Cervantes es una de las localidades con mayor cantidad de delitos contra instalaciones eléctricas de Río Negro. Tanto es así, que en poco más de un año se robaron 11 transformadores de distribución, y 7 de esos delitos ocurrieron en los últimos 30 días. Se transformó así en uno de los escenarios predilectos para los delitos contra instalaciones eléctricas. Transformadores vandalizados, robo de cables y vecinos perjudicados es el resultado cotidiano de un problema al que no se le encuentra solución.

“Hay un enorme riesgo en materia de seguridad pública y de las personas en hechos de esta dimensión. La impunidad es tanta, que incluso nos han vandalizado instalaciones a plena luz del día y en sectores urbanos, seguramente a la vista de muchos vecinos”, remarcó la misma voz de la empresa eléctrica.

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