Habrá que extremar cuidados y recordar que un descuido de cinco minutos nos puede costar un dolor de cabeza. O un dolor de bolsillo, porque los robos de bicicletas están a la orden del día y se han incrementado. Más de un vecino de la ciudad está buscando con desesperación el rodado que les falta y es imprescindible para desplazarse.

A través de sus redes, Stefanía pidió ayuda para recuperar su bici, que por un momento había quedado sin vigilancia. Es marca Olmo, con cuadro negro y avisa que le cambió el manubrio: cambió el negro, como en la imagen, por uno plateado con manoplas negras y azul.

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Martín dejó su mountain bike en la entrada de la clínica Juan XXIII y cuando salió, ya no estaba. Él y sus familiares la siguen buscando, sin resultados.

Para Laureano, la situación es más desesperante. Le robaron la bici que era su único medio de movilidad. Así que, perdida la esperanza de recuperarla, apeló a la solidaridad de los vecinos para ver si alguien le puede regalar una que no esté usando, o que quieran canjearla por algún trabajo.

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Las connotaciones de cualquier oferta que pueda aparecer en cualquier sitio: detrás de escena puede haber una persona que está desesperada buscando la bici que le robaron. Y mientras tanto, llevar siempre el candado a mano.