03/02/2023

Retoman la remediación del subsuelo en la estación de servicio abandonada hace 21 años

Retoman la remediación del subsuelo en la estación de servicio abandonada hace 21 años

Ya se ha hecho parte del paisaje y casi se ha naturalizado: este mes se cumplen tres años desde que se retiraron los cinco depósitos de combustibles en la ex estación de servicio de Rhasa, que funcionó hasta 2002 en Alsina y Roca. Una esquina ubicada en pleno centro de la ciudad que se contaminó con hidrocarburos y que todavía no se puede terminar de remediar.

Casi como si formara parte de un imaginario “festejo” por el aniversario, ayer se retomaron – una vez más -, las tareas que buscan recuperar el subsuelo, dañado por años de filtraciones. Para llegar a este punto hubo que atravesar un largo camino de procesos judiciales, análisis e intervenciones.

 

La estación de servicio se instaló en esa estratégica esquina a mediados de los ’90, años en que habían proliferado las líneas de combustibles “blancos”, como se denominan en el mercado a las que no corresponden a alguna de las grandes destilerías. En este caso, Rhasa es una empresa petroquímica en Campana.

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El negocio no fue tan próspero como indicaban las proyecciones y la firma propietaria, Pego S.A., decidió el cierre. El tiempo pasó y nadie se hacía cargo hasta que en 2010, la municipalidad presentó un amparo medio ambiental ante la justicia. Organizaciones ecologistas de la ciudad se sumaron al reclamo.

 

En 2014, el Departamento Provincial de Aguas realizó los estudios que demostraron la contaminación del subsuelo y la napa de agua, por lo que intimó a los propietarios a realizar las acciones de remediación. Intimación que no fue escuchada.

En 2016 la misma justicia envió a un grupo de técnicos, operarios e inspectores a realizar la evaluación ambiental para saber hasta qué punto había avanzado la contaminación. Luego de esas pericias se avanzó en definir cuál era el plan de remediación que se debía aplicar para reducir las concentraciones de hidrocarburos en el suelo y las napas.

Y el 16 de febrero de 2017 hubo sentencia firme y se ordenó la realización de las tareas de remediación.

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Pero no fue el punto final de la historia. Recién en 2019 se pudo dar un paso con el retiro de la pesada estructura externa de marquesina y techo de la antigua estación de servicio. Y en febrero de 2020 se retiraron los cinco depósitos de combustibles, que fueron trasladados a Catriel para su disposición final.

Mientras tanto, el subsuelo permanece contaminado y las tareas van y vienen. Ayer se retomaron, una vez más. Es de esperar que esta vez se terminen. Los vecinos, estarán agradecidos por partida doble: por una cuestión de seguridad personal; porque la finalización de esos trabajos redundará en una recuperación del valor de las propiedades.

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