El amor incondicional de su mascota lo salvó de morir entre las llamas que destruyeron su casilla. Él lo había salvado antes, al rescatarlo de un pozo ciego donde lo habían tirado. Los dos tienen el mejor motivo para seguir adelante. El hecho se produjo durante la madrugada del martes, cuando en la precaria vivienda se desató el incendio. Carlos se despertó semi asfixiado por el humo y en medio del caos intentaba llegar a la salida.

Desde afuera, su perro Indio ladraba desesperado, embestía la puerta y trataba de abrirla con sus patas. Hasta que finalmente pudo destrabarla y así su dueño pudo salvarse por sus propios medios. El hombre tuvo que ser internado por las quemaduras que presentaba en la cabeza, los brazos, manos y hombros. Cuando llegaron los bomberos, la casilla estaba destruida.

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Su cuñada, Elena Morales, contó que hacia las dos de la madrugada escucharon a su familiar llamando en forma desesperada. No fue sino levantarse y encontrarse con un panorama desolador: la casilla, convertida en una antorcha; y Carlos sentado en el piso, abrazado a su perro, mirando fijo sin entender lo que estaba pasando. En estado de shock.

A medida que fue recuperándose del susto pudo empezar a relatar lo que había pasado: estaba durmiendo cuando sintió el efecto de las llamas, el humo que lo sofocaba y los ladridos de Indio que intentaban advertirlo del peligro.

Indio es un perrito mestizo que Carlos rescató hace algunos años, abandonado en un pozo ciego. “El lo sacó de allí; lo lavó; lo cuidó y de allí en más empezó a ser su familia. Es increíble todo el amor que pueden dar estos animalitos”, contó Elena.

A la tarde, Indio sale a la vereda y se echa, mirando hacia el lugar donde su amo y compañero solía llegar. Esperando su regreso.

“Mi cuñado tiene un problema de salud; es alcohólico. El lunes a la noche estuvo cortando leña, porque le gustaba hacer fuego para hacerse sus cosas. Y se ve que no quedó bien apagado. Después se levantó viento y agarró el costado de la casilla que era de madera. Él perdió todo, se quedó con lo puesto”, dijo.

Carlos había levantado la casilla en el terreno de su hermano, en el barrio Costa Oeste de Allen. Ahora están organizando una campaña solidaria para tratar de reconstruirla con materiales. Una cuestión de seguridad. Los que quieran colaborar pueden contactarse con el celular 299 579 3492.

“Puede contarlo porque esa noche el perrito quedó afuera. Si Indio estaba adentro, no sé que podría haber pasado. Es un milagro”, apuntó Elena.

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