El ajedrez le apareció en la vida casi dando vueltas, mezclado en un multi juegos que había en la casa. Le pintó la curiosidad en la cara y le pidió a su papá que le enseñara. Y allí empezó una pasión que la llevó a ser subcampeona argentina y a clasificar para representar al país en el Torneo Sudamericano que se disputará en Paraguay el mes que viene. Ella es Lara Herrera, tiene 12 años, está en sexto grado en la Escuela N°133 y un enorme futuro en el mundo de los trebejos.

Claro que nada es sencillo: además de jugar diariamente entre dos y tres horas, tiene que asumir clases tres veces a la semana con Guadalupe Beso, una puntana que ya es maestra internacional e integró el equipo olímpico argentino en la India. “Me considero una jugadora paciente, que sabe esperar el momento”, comentó la niña, con un gesto de timidez.

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La pasión de Lara por el mundo del ajedrez convenció a la familia de que había que proporcionarle otros estímulos. Y así empezó a participar en las clases y los juegos que organiza Juan Manuel Cordero Pizarro. Con esa base y apenas 10 añitos, ganó su primer tornero en la categoría, representando al Club de Ajedrez Alto Valle.

Hoy representa a su escuela, que clasificó para jugar la final provincial en Bariloche. Y además, se prepara para participar en el torneo Nacional Evita en la categoría sub 14, con el tablero N° 1. En el Campeonato Argentino de Menores, que organiza la Federación Argentina, Lara obtuvo el subcampeonato en la categoría sub 12 “demostrando un juego imponente y creativo”, explica Besso.

Ese logro le permitió clasificar al Festival Sudamericano de la Juventud 2022, que se ralizrá entre el 30 de noviembre y el 6 de diciembre en las instalaciones del Comité Olímpico de Paraguay, en la ciudad de Luque.

Durante estos meses, la niña roquense siguió estudiando y aprendiendo, a tal punto que “durante sus prácticas on línea ha vencido a tres jugadores maestros titulados, logro que habla de un gran símbolo de progreso y futuro”, detalló la profesora y jugadora olímpica.

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Lara admira al campeón mundial, Magnus Carlsen; pero entre las mujeres tiene “ídolas” más cercanas: Candela Guecamburu y Florencia Fernández, también jóvenes jugadoras que están representando a la Argentina en las categorías mayores.

Como es lógico, tampoco pudo escapar al influjo de la serie Gambito de dama, la historia de una ajedrecista que lograr sobreponerse a los diferentes obstáculos y rescatarse a través de los tableros y el ajedrez.

Pero Lara no afloja: después de la entrevista ya tenía que prepararse para participar de un torneo homenaje a Marcelino Huenul, que organiza la Legislatura de Neuquén. Y allá sale la niña, un gesto infantil en el camino; la mirada concentrada también en su objetivo. El ajedrez la convoca.