Las agradables temperaturas que se registraron durante las últimas dos semanas, con registros que llegaron a máximas de 27°, produjeron un adelanto de la floración de los frutales. A esta altura de septiembre, varios productores han pasado un par de noches en vela para defender sus plantaciones. Según el presidente de la Cámara de Roca, Daniel Pérez, la mayoría de las variedades tiene un adelanto de casi una semana con respecto al año pasado.

Esta situación aumenta los riesgos frente a las heladas tardías, que pueden darse hasta fines de octubre. Los encargados ya están en alerta: los que tienen sistemas de defensa activas, como el riego por aspersión, han tenido que revisar los motores, tuberías y aspersores, y disponer de las reservas de combustibles para poner en marcha el equipo. Y de hecho, en Roca ya se activaron las alarmas: dos noches en las chacras de ciruelas, y una noche en las de duraznos.

Este sistema de defensa demanda una inversión inicial importante, que no todos han podido enfrentar. Pero también tiene un costo de mantenimiento: una chacra de hasta cinco hectáreas, gastará unos 24.000 pesos en una noche solamente en combustible. En el caso de una plantación de 20 hectáreas, el gasto puede variar entre los 90.000 y los 120.000 pesos en una noche.

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Los agrónomos explican que por temporada se producen como mínimo unas cuatro noches con temperaturas bajo cero. Esto implica que para defender su producción, un chacarero necesitará destinar entre 100.000 y 500.000 pesos.

Los pequeños productores están empezando a utilizar otro sistema de defensa: el riego subarbóreo, que demanda una inversión menor y también un costo más bajo para el mantenimiento, ya que se puede utilizar con una bomba eléctrica. Para el titular de la Cámara de productores local, es más accesible para el chacarero porque permite ir haciendo la inversión sobre superficies más pequeñas.

También significa un riesgo menor: “en el sistema de riego por aspersión tradicional, si una noche se planta el motor se pierde toda la cosecha. En cambio, en el subarbóreo eso no ocurre porque los aspersores están a un metro del suelo”, apuntó.

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Para los productores que no pudieron realizar ninguna de esas inversiones, queda la posibilidad de la “defensa pasiva”. Consiste “en tener el campo bien limpio y compactado, para que absorba y retenga más el calor; y regar la chacra”, comentó Pérez. Claro que para que eso suceda debe tener la fortuna de que le coincida “el turno del riego con el momento de la helada”, precisó.

Mientras se mira con preocupación los informes meteorológicos, se sacan cuentas y se vuelven a revisar, el chacarero observa el avance de la floración. A esta altura de septiembre, “la ciruela casi toda abierta, durazno también. Estamos adelantados con la Abate Fetel en algunos lados, porque depende del suelo. En el caso de la Anjou y la Packham, en dos o tres días ya van a tener “muñeca separada” (cuando el brote empieza a abrirse). A la manzana le falta un poco más: la Red está en capullito; la Grannie con puntitos verdes”, apuntó.