Los cambios que se introdujeron en el Código Penal y en los distintos sistemas de procedimientos incorporaron en nuestro país el juicio por jurados. Una institución que estaba contemplada en la Constitución Nacional de 1853 pero que recién en los últimos años empezó a ponerse en práctica. Y en la que todavía no existe una gran práctica porque no es lo más habitual.

La base filosófica que sostiene al sistema de jurados es representan al pueblo y por lo tanto son los responsables de definir las causas judiciales más complejas. En la práctica, cuando un hecho pueda significar una condena de 12 años o más comienza el proceso de selección. Esos casos son los homicidios agravados; los femicidios o los abusos sexuales que tienen agravantes. El tráfico de personas, el narcotráfico y delitos conexos son de incumbencia federal y tienen otro tratamiento.

El juicio por jurados parte de la base de que todos los ciudadanos pueden integrarlo. Por esa razón, una vez al año se realiza el sorteo de 24 ciudadanos que pueden recibir esta convocatoria. En Río Negro, se realiza por cada una de las circunscripciones y la base es el padrón electoral. Los integrantes de un jurado no volverán a ser parte de un juicio hasta que se agote toda la lista. Lo que en la práctica significa que solo podremos ser jurados una sola vez.

Las condiciones generales para ser jurados es que no sean profesionales del derecho ni autoridades electas, empleados del Poder Judicial o representantes de algún credo religioso. Hay algunas diferencias entre las diferentes provincias. Por ejemplo, en Río Negro pueden serlo todos los ciudadanos mayores de 18 años con residencia en la zona donde ocurrió el hecho. En Neuquén, son elegibles los mayores de 21 años y menores de 75 años.

Cuando los 24 postulantes están acreditados, los abogados defensores y los fiscales hacen un “repaso” de los ciudadanos para garantizar que no existan prejuicios u opiniones que puedan tergiversar la búsqueda de justicia. La acusación y la defensa realizan un rastreo de las expresiones en redes sociales para trazar un perfil público del aspirante. Una razón de impugnación es haber emitido consideraciones agraviantes o de rechazo hacia el grupo social o la causa del imputado. Se supone que suma una predisposición natural en contra y que puede afectar la imparcialidad.

Durante el juicio, los integrantes del jurado reciben una serie de instrucciones para tener en cuenta durante el debate. Y cuando llega el momento de las definiciones, se deben retirar a un recinto cerrado en el que nadie ajeno al mismo pueda interferir. Es el momento de mayor tensión en casi todas las series de TV y las películas que enfocan un caso.

La búsqueda de la unanimidad es el ideal, pero no es necesaria. En Río Negro, se necesitan como mínimo 10 votos de los 12 posibles para determinar la culpabilidad de una persona. En caso de que no se alcancen, debe absolverse al acusado porque existen dudas sobre su responsabilidad en el hecho.

En Neuquén, el mínimo para la culpabilidad se estableció en 8 opiniones de las 12 que conforman el jurado. Y en caso de no alcanzarse ese piso, el acusado es declarado “no culpable”, una diferencia sutil con la absolución.