Un caso especial se trató esta mañana en el Consejo Local de la Mujer Diversa. Graciela Leiva, concejal de Juntos Somos Río Negro, planteó que una empleada municipal de la Planta de Tratamiento N° 1 denunció a su jefe por acoso laboral y abuso sexual, luego de lo cual no le renovaron el contrato. “Este es el ámbito donde las mujeres deberían poder plantear su problemática y no lo está siendo”, enfatizó.

El hecho se produjo hace unas semanas en la planta ubicada en el Parque Industrial, sobre la avenida Libertador San Martín, y motivó un reclamo de los trabajadores quienes sumaron sus quejas por maltratos y hostigamientos por parte de los responsables del sector.

Leiva, quien además es subtesorera de la Asociación de Trabajadores Municipales y con 33 años de empleada municipal, apuntó que el Consejo resolvió tratar el tema en un próximo encuentro aunque sospecha que pueda tratarse de una maniobra para amortiguar el problema y dejarlo sin resolver. “Es un método, cuando la denuncia recae sobre una persona de afuera se actúa rápidamente. En cambio, cuando cae dentro del ámbito municipal, parece que hay que tapar todo”, putualizó.

La edil enfatizó que hay que despartidizar la problemática y tratarlo en forma institucional. “Dónde si no va a poder ir una mujer a hacer una denuncia, a recibir un tratamiento adecuado y a que se le garanticen sus derechos”, dijo.

“La compañera debería poder venir al Consejo y brindar su visión de lo que le pasó y no ser evaluada a partir de un documento o un expediente”, sostuvo Leiva. Y comentó que hay varias mujeres que no se animan a realizar la denuncia contra este superior por temor a que nos les renueven el contrato.

En ese sentido, abogó por una modificación en la ordenanza que creó el Consejo de la Mujer: “sigue faltando la representación de los gremios que intervienen en la municipalidad, para defender a las compañeras y que ellas sepan que van a estar contenidas y que se van a aplicar estrictamente los protocolos de violencia de género”, apuntó.