Aerolíneas Argentinas disminuyó frecuencias a la capital rionegrina y eliminó el tramo Viedma - Bariloche, que se había retomado con éxito hace un par de años. Hasta fines de abril se mantuvieron los seis tramos aéreos todos los días de la semana, menos el viernes, que conectaban Viedma y Buenos Aires. Sin embargo, con el nuevo mes llegaron los cortes de las frecuencias, quedando sólo cuatro: lunes, martes, jueves y domingo.

La decisión de dejar sin efecto la comunicación entre Viedma y la ciudad lacustre fue anterior a la disminución de las frecuencias entre las capitales del país y Río Negro, según fuentes aeroportuarias ante una consulta formulada por el medio NoticiasNet al observarse menor actividad en el aeropuerto Gobernador Castello.

De todas maneras, y en un contacto con los voceros, se señaló que la demanda de pasajes “no disminuyó, sino que se mantiene”. Aerolíneas Argentinas no dio ninguna explicación sobre las modificaciones del servicio que afectan a Viedma.

El registro de pasajeros mantiene un promedio de 70 por día desde hace años, desde Viedma a Buenos Aires y viceversa. Además, desde que la empresa aérea nacional implementó la posibilidad de comprar pasajes con anticipación a costos accesibles pagaderos en cuotas y por montos hasta más económicos que los del colectivo, la sociedad optó por esta vía rápida de comunicación.

Estas recientes decisiones de Aerolíneas Argentinas generan preocupación en los usuarios, sobre todo, por no tener la fundamentación que llevó a la toma de esta medida. Lamentablemente, esta no es la primera vez que decisiones vinculadas a lo económico y a la venta de boletos específicamente perjudican la comunicación aérea en la capital rionegrina, ciudad a la que por esta condición es necesario recurrir permanentemente desde distintas localidades de la provincia, por concentrarse allí los organismos provinciales que no tienen delegaciones en el interior.

Además, el servicio aéreo no sólo es utilizado y necesario para el sector de funcionarios públicos, sino también empresarial y productivo. Con estas medidas, los casi 1.000 kilómetros que separan a Viedma de Bariloche, por ejemplo, deben ser recorridos en auto o colectivo, lo que significa más horas de viaje. Por otro lado, para Viedma y los usuarios ha sido más de una vez una lucha sostener la conectividad aérea.