Los investigadores siguen tratando de ubicar la identidad del cadáver que se encontró enganchado en las instalaciones de la usina hidroeléctrica, ubicada sobre el canal de riego en Cinco Saltos. Las primeras estimaciones apuntan a un trabajador golondrina, que llegó desde Tucumán hace unos meses para realizar tareas en las chacras.

Esta mañana se realizaba la autopsia en la morgue del hospital de Roca, con la participación de profesionales del cuerpo médico forense. Se mencionaba que el avanzado estado de descomposición en que se encontró el cuerpo iba a dificultar, y mucho, la pericia. Salvo que encuentren alguna fractura o lesión ósea, iba a ser muy complejo poder determinar otro tipo de agresiones sobre el cuerpo.

La primera hipótesis de trabajo es que se trata de una persona que fue arrastrado por las turbulencias del canal, aguas arriba de la central. Pero hasta no estar completamente seguros, no se puede desacartar ninguna línea de investigación.

Muchos recordaron algunas similitudes de este caso con el de Otoño Uriarte, la adolescente de Fernández Oro que desapareció en octubre de 2006. Su cuerpo fue hallado contra la central ubicada en Cipolletti, el 24 de abril de 2007. El cadáver sin identificar fue encontrado el 25 de abril, 17 años más tarde.

Las fechas no son una casualidad: a mediados de abril se suspende el paso de agua por el canal principal, para poder realizar las tareas de mantenimiento necesarias. Tarda varios días en terminar de “vaciarse”, y es en ese momento cuando se encuentran elementos que no se podían ver. O que se querían mantener ocultas. Como un cadáver.