En un operativo rutinario en la Ruta Nacional 22, la policía de Río Negro logró desarticular tráfico de drogas gracias al agudo olfato de un perro antinarcóticos.

Tres individuos procedentes de Villa La Angostura, Neuquén, fueron interceptados en el acceso a Cervantes cuando el can detectó algo sospechoso en su vehículo.

Durante el control de rutina, los agentes notaron un olor inusual proveniente del interior del automóvil. Ante esta señal, decidieron solicitar la asistencia del equipo de Toxicomanía de la Policía, que acudió al lugar con un perro entrenado en la detección de estupefacientes.

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La inspección del vehículo reveló la presencia de más de medio kilogramo de marihuana oculta en el baúl. La Fiscalía Federal tomó cartas en el asunto ordenando el decomiso de la droga y el inicio de las acciones legales correspondientes por violación a la Ley 23.737 de Estupefacientes.

Este episodio resalta la importancia del trabajo conjunto entre las fuerzas policiales y los recursos caninos entrenados en la lucha contra el narcotráfico, demostrando una vez más que el olfato de los perros es una herramienta invaluable en la lucha contra el crimen organizado.