El preocupante estado de Cacho Garay en la cárcel

Desde hace un año, Cacho Garay guarda silencio tras las rejas de una cárcel en Mendoza. Acusado por su ex pareja de violencia, amenazas agravadas y abuso sexual, el humorista enfrenta una situación crítica que ahora se refleja en su físico. Se filtró una foto que evidencia los estragos que la privación de libertad han dejado en su apariencia.

La justicia determinó hace unos meses que Cacho Garay debía enfrentar su condena en prisión. Desde entonces se ha mantenido en el Complejo Penitenciario Nº II de San Felipe, en Mendoza. Esta cárcel, como revelan los informes, sufre de superpoblación, lo cual agrava aún más las condiciones de vida de los internos.

En medio de esta situación, surgieron rumores sobre los problemas de salud que estaría enfrentando Garay en la cárcel. Esos rumores se confirmaron cuando se filtró una foto que muestra al ex humorista visiblemente más delgado. Según algunas versiones, Garay habría perdido 20 kilos desde su ingreso a prisión, un testimonio gráfico de las dificultades que enfrenta tras las rejas.

Además, se reveló que su abogado presentó un recurso ante la Corte Suprema de Mendoza solicitando el retorno del humorista a arresto domiciliario. Según argumenta, Garay padece cáncer de próstata, diabetes, problemas cardiológicos, neurológicos y motrices, y ha perdido gran parte de su visión. El ex artista busca someterse a una evaluación médica exhaustiva para determinar el tratamiento que debe seguir.

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A pesar de sus problemas de salud, Cacho Garay ha encontrado una manera de mantenerse activo en la cárcel. Según se ha revelado, el humorista realiza charlas motivacionales con los jóvenes internos, buscando transmitirles su historia de vida y brindarles cierto tipo de apoyo emocional. Habría notado un alto índice de suicidios en su pabellón y, con su mensaje, intenta evitar que otros caigan en la desesperanza.

La situación del humorista encarcelado ha generado preocupación y debate en la opinión pública. Mientras algunos argumentan que debe enfrentar su condena como cualquier otro recluso, otros consideran que su situación de salud requiere un tratamiento especial. Mientras tanto, la foto que ha trascendido muestra a un Cacho Garay visiblemente transformado, víctima de las circunstancias que lo rodean. La incertidumbre sobre su futuro y su estado de salud continúa generando interrogantes y comentarios en la sociedad.

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