Sorpresa y no de las agradables: un frigorífico de la región recibió una factura por la energía eléctrica por 32 millones de pesos, lo que lo pone al borde del cierre. Los incrementos están llegando al 160 % y se estima que en los próximos meses llegarán al 400 %. Por esa razón, desde el sector empresario de la región han pedido una reunión urgente con el EPRE.

“Son impagables” es la expresión más suave que se escucha por estos días en la cámara de comercio local. Su referente, José Luis Bunter, apuntó: “somos los más caros del país”. Paradoja en una provincia que es productora de energía eléctrica, justamente.

“Queremos encontrar alguna forma de amortiguar este impacto en la pequeña y mediana industria; en el comercio. Estamos atravesando un proceso de retracción de la demanda y las PyMEs la están pasando muy mal”, precisó el dirigente empresario.

Y agregó: “cualquier kiosco chico tiene cinco heladeras como mínimo, debido a la diversidad de productos que exhiben. Esto nos lleva a otra cuestión: el uso de las heladeras y el consumo de energía eléctrica tiene que ver con la salud pública”.

Bunter cargó contra “la carga impositiva” que tiene el costo de la energía y que termina impactando en un 25 % del monto total. “Hay impuestos nacionales, provinciales, municipales; hay que buscar la forma para reducirlos”, sostuvo.

Las cámaras regionales se reunirán con las autoridades del Ente Provincial Regulador de la Elecgtricidad en Allen para analizar la situación.

Otro tema preocupante para quienes se dedican a la actividad mercantil es el costo de los alquileres: en las renovaciones que se están dando en las últimas semanas se han solicitado aumentos que llegan hasta sextuplicar los montos que se venían pagando.

Un caso emblemático es el de un local ubicado en pleno centro de la ciudad (“jamón del medio”, como lo define un operador inmobiliario), por el que se venían pagando 400.000 pesos mensuales pero que en la renovación se fue a 2,7 millones de pesos.

Otro caso, también en la zona céntrica, de 120.000 pesos mensuales se pasó a 400.000. “Si no se corrigen estas situaciones, vamos a ver cómo muchos comerciantes van a seguir el camino de la informalidad”, sostuvo Bunter.