Empiezan a despejarse algunas dudas sobre el lugar donde se realizará el juicio contra Pablo Demián Parra por el femicidio de la estudiante de medicina Agustina Fernández. El juez de garantías Marcelo Gómez resolvió que tendrá que efectuarse en Cipolletti, a contrapelo de un pedido de la defensa: entendía que el clima social de la ciudad no le garantiza un espacio de neutralidad.

Resta saber el lugar físico en el que se realizará el debate, que comenzará el lunes 6 y terminará – si todo se desarrolla según lo planeado -, el viernes 17 de mayo. Gómez prefirió que lo resuelva la Oficina Judicial, de acuerdo a la previsión de espacios posibles. La fiscalía – apoyada por los abogados querellantes -, pide que se realice en un lugar más amplio que las oficinas del Poder Judicial.

En concreto, piden que el juicio pueda desarrollarse en la sala del Complejo Cultural Cipolletti (que tiene capacidad para 550 personas); o en el auditorio del sindicato de Luz y Fuerza, que cuenta con unas 250 butacas. Como antecedente: en ese lugar se desarrolló el juicio contra Claudio Kielmasz y Guillermo González Pino, por el primer “triple crimen” de nuestra ciudad, el femicidio de Verónica Villar y las hermanas María Emilia y Paula González.

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Emanuel Roa Moreno, uno de los abogados que representa a la familia Fernández – Cappello, explicó que hay otros antecedentes en que se realizaron juicio orales, con jurados, en ámbitos diferentes al de la justicia. Por ejemplo, en el del femicidio de la joven Laura “Cielo” López, cometido el 13 de septiembre de 2019. El juicio se realizó en la Legislatura neuquina en noviembre de 2020. El jurado popular consideró culpable de femicidio “criminis causa” a Alfredo Escobar y en consecuencia, sentenciado a cumplir prisión de por vida.

Otro caso fue el juicio por la agresión contra la oficial de justicia Verónica Pelaye, cometido por la dirigente mapuche Relmú Ñanco, de la comunidad Wincul Nehuén. El juicio – que tuvo un gran impacto en la opinión pública - , se realizó en una globa especialmente acondicionada en la localidad de Zapala, en octubre de 2015. El jurado consideró que Ñanco era “no culpable” de intento de homicidio, sino autora de “lesiones graves”, con una pena mucho menor.