El naranja quedó en las puertas de la final y la bronca e impotencia es grande. Tras caer 1 a 0 en la ida, con un penal que no fue, este domingo igualó ante Deportivo Rincón y quedó eliminado.

El conjunto dirigido por Diego Napolitano buscó de mil maneras, pero un rival ordenado y con complicidad arbitral, fueron una barrera inquebrantable para que el resultado final sea empate en cero.

Roca tuvo algunas chances claras, dos de la mano de su capitán Guillermo Aguirre, y no mucho más. Así, sin grandes sobresaltos, el conjunto neuquino logró eliminar por segundo año consecutivo al naranja y ahora avanzar a la final de la zona patagónica.

Sobre el final, terminado el encuentro, la frustración y bronca de los jugadores y también de los hinchas que acompañaron en un gran número, tomaron las riendas de los ánimos y fue un descalabro. El árbitro, Diego Álvarez de Trelew, de mala tarea (o quizás buena por lo que se puede haber encomendado) se retiró del campo de juego y los roquenses rodearon a los neuquinos y todo terminó en una bataola con jugadores heridos en ambos bandos.

Por su parte, la barra, que no ingresó al campo de juego, fue a buscar a los jugadores rivales a la salida del estadio y la policía tuvo que intervenir incluso con disparos de dispersión. No pasó a mayores.

Asé, el Deportivo Roca quedó a las puerats de una final en la lucha del ansiado ascenso. Ahora Rincón, uno de los favoritos por el peso que tiene desde lo económico, enfrentará en la final a Jorge Newery de Comodoro Rivadia, que eliminó a la CAI por penales.