Yanina Latorre reavivó la guerra con Estefi Berardi: “¡Basta de mentir!”

Las redes sociales y la pantalla chica fueron testigos de un enfrentamiento sin precedentes entre dos figuras que alguna vez compartieron estudio. Yanina Latorre, habitual protagonista de controversias en el medio, puso en duda la sinceridad de su ex compañera de trabajo, Estefi Berardi, quien aseguraba haber librado una batalla legal contra la difamación y filtración de conversaciones privadas que la involucraban. Sin embargo, la justicia aún hada luces sobre la complejidad del caso y parece poner en jaque las afirmaciones de Berardi.

El tumulto se da meses después de que se intensificara la contienda en la justicia a raíz de unos chats comprometedores que involucraban a Berardi, poniendo en jaque su reputación a raíz de una circulación inapropiada y posterior denuncia por parte de Latorre. La batalla legal tomaba forma en las declaraciones cruzadas y es ahora, tras un irónico silencio, cuando las espadas vuelven a cruzarse en una disputa de narrativas ante un público espectante.

Por su lado, Estefi Berardi rompió el silencio en su programa "Mañanísima", explanando un veredicto favorable a su causa. Según sus palabras, la justicia habría considerado los chats incriminatorios como "falsos" y le habilitaría a emprender acciones legales adicionales enfocadas en daños y perjuicios así como en calumnias. Sin mostrarse desanimada, Berardi defendía su honor y su verdad ante una audiencia que seguía con interés cada detalle del escándalo.

Sin embargo, la arremetida por parte de Yanina Latorre no se hizo esperar. Rápidamente catalogó como equívoca la versión de su contraparte, aduciendo a que la justicia jamás se adentró en la cuestión de la veracidad del contenido compartido. Tenaz en su perspectiva, Latorre insiste en que el revés legal sufrido por Berardi descansa en las contradicciones presentadas por la misma en su argumento defensivo.

Yanina Latorre no satisfecha con lo ocurrido en pantalla, llevó la disputa a sus redes sociales para allanar el camino a sus seguidores y exhibir los documentos que, según su relato, lavarían su nombre y el de su compañera Sofía Aldrey en esta causa controvertida. Eran citados términos como "sobreseídas" y la obligación de Berardi de afrontar las costas procesales, reafirmando la posición de Latorre quien vuelca su enojo en palabras mayúsculas y un llamado al fin de la mendacidad.

La pelea no parece tener un final cercano, mientras las implicadas se debate entre revelaciones, acusaciones y denuncias, generando todo un drama que capta las miradas del público argentino. La línea que divide lo privado y lo público se torna difusa en una contienda que deja como testigo a la justicia y como espectadores a todo un país que sigue día a día las incidencias de sus figuras públicas.

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