La difícil situación económica que enfrentan los argentinos impacta por todos lados, sin embargo, afecta más cuando se trata de una acción tradicional.   

Son momentos donde agasajar a la familia con un asado se ha convertido en un lujo cada vez más inalcanzable para la mayoría de los ciudadanos. Los precios de la carne han alcanzado niveles que han dejado a muchos sorprendidos y desilusionados. 

Un vecino, tras cobrar su salario, quiso darse el gusto de compartir un asado en familia, una tradición arraigada en la cultura argentina. Sin embargo, lo que pensó que sería una celebración sencilla se convirtió en un verdadero desafío económico.  

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"Hace rato que no compraba carne, pero como hoy cobré el sueldo me quise dar un gustito para agasajar también a mi familia", relató el vecino, con visible frustración en su rostro.  

Para su asombro, al comprar 4 kg de carne, que incluían 3 kg de asado, 1 kg de chorizos y 1 kg de vacío, se encontró con una factura de más de 25 mil pesos. Esto representa aproximadamente el 25% de un salario mínimo en Argentina, que actualmente se sitúa en los $118.000. 

"Quedé helado con lo que me cobraron por la carne. Se fue todo a la mierda. No puedo creer que 3 kg de asado, 1 kg de chorizos y 1 kg de vacío me costaran esto. Qué difícil y triste es ser un laburante en este país", expresó el vecino, reflejando la preocupación y la desilusión de muchos argentinos que se enfrentan a la creciente inflación y los altos precios de los alimentos. 

Es así que la tradicional costumbre de compartir un asado en Argentina se ha vuelto un lujo que escapa al alcance de la mayoría.