La Unión Trabajadores de la Educación de Río Negro (UnTER) salió con un gusto amargo de la reunión paritaria de hoy revelando que “planteamos al Ministerio de Educación  la necesidad de avanzar en un aumento del salario, dada la profundización del impacto inflacionario, y en tal sentido exigimos una propuesta que supere el índice inflacionario y que el salario de ningún docente quede por debajo de la línea de la pobreza”.

Luego de sostener un intenso debate, y tras un cuarto intermedio, el Ministerio de Educación realizó la oferta de abonar una asignación extraordinaria de 60.000 pesos por agente, pagadera en dos cuotas por planilla complementaria en el transcurso de septiembre y octubre, con el tope de 400.000 para percibirlo.

A diferencia de la propuesta analizada en la mesa de trabajo del 29 de agosto pasado, esta suma extraordinaria no será a cuenta de futuros aumentos sino por fuera de la pauta salarial, aclaró la conducción gremial.

En relación al tope, los representantes expresaron en la reunión su desacuerdo. Argumentaron que en virtud de “la devaluación y los aumentos indiscriminados de precios afectan a todos los trabajadores y que, por tal motivo, no acordamos con que el monto que se abonará como compensación salarial excluya, por el tope establecido, a un universo importante de compañeros” insistiendo en que “debe pagarse a la totalidad de los trabajadores de la educación de Río Negro”.

La representación estuvo encabezada hoy en la sede del Ministerio de Trabajo por la secretaria general, Silvana Inostroza.