El actor chileno no temió a la hora de ser autocrítico respecto al rol de padre que cumplió durante sus primeros años.

Hace unos años, Benjamín Vicuña sufrió uno de los peores hechos que le pueden ocurrir a un padre: la pérdida de uno de sus hijos a corta edad. Es que en 2012 falleció la pequeña Blanca, a quien tuvo junto a Pampita. Con el paso del tiempo, él logró convivir con este dolor y se animó a hablar sobre cómo fueron sus días con ella. 

Poco a poco Benjamín Vicuña y Pampita aprendieron a llevar consigo el dolor que les generó el fallecimiento de la pequeña Blanca. Tan es así que hasta intentan hablar con naturalidad sobre lo sucedido y sin la necesidad de romper en llanto ante el dolor. 

En esta ocasión, el actor chileno no temió a la hora de ser autocrítico respecto a sus días como padre de Blanca. Sin embargo, destacó que el paso del tiempo y el resto de sus hijos lo ayudaron a formarse: "La vida me fue enseñando de a poco a ser papá". 

En una nota que brindó para un canal chileno, Benjamín Vicuña realizó un mea culpa y contó que no le gusta mucho recordar su primera versión como padre: "Miro para atrás y digo 'era un nazi'... había que dejarlos en el cuarto llorando, encerrados, no encerrados pero con la puerta cerrada... llorando”.

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Sin embargo, reveló que el paso del tiempo y el vínculo con el resto de sus hijos terminó formándolo de otra manera: “Hoy me fui relajando y creo que es más sano esta actitud que esa cosa tan exigente con los hábitos". En este sentido aprovechó para exponer su lamento: "Recuerdo que con Blanca era muy exigente".

"Entendí dos cosas: una que tiene que ver con la calidad del tiempo, que no es una excusa, y otra que esto es una gran maratón y es larga”, comparó respecto a lo que entendió sobre las formas de ser padre, lo cual le permitió mejorar en este aspecto. 

“Obvio que uno quiere siempre estar, pero muchas veces por el trabajo uno no puede estar en un concierto, en una entrega de notas y eso me generaba mucha angustia", manifestó algo molesto por la situación pero tratando de entender que se trataba de gajos del oficio. 

De esta forma, Benjamín Vicuña se mostró algo culpable por su accionar como padre en sus primeras experiencias. Sin embargo, el hecho de haberse corregido es lo que valora, por el hecho de mostrar una mejor versión para sus hijos. 

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