La influencer reveló fuertes detalles del trato de su madre adoptiva durante su infancia. ¿Qué le decía quien fuera en ese entonces la esposa de Rial?

En los últimos días, el centro de atención en los medios de entretenimiento ha sido la guerra abierta entre Morena Rial y su padre, Jorge Rial. Después de varios meses, la joven volvió a aparecer frente a las cámaras y desató una avalancha interminable de cuestiones.

En medio de la cascada de revelaciones que Morena hizo sobre su crianza, su pasado y su relación con las ex parejas de su padre, la joven reveló detalles impactantes sobre el calvario que sufrió durante su infancia a manos de su madre adoptiva, Silvia D'Auro, quien fue la primera esposa de Rial.

En el programa "A la tarde", conducido por Karina Mazzocco en América TV, Morena afirmó que D'Auro arruinó su vida y que solo recibía golpes e insultos por parte de ella. Incluso reveló la cruel frase con la que la empresaria la torturaba, admitiendo que se arrepentía de haberla adoptado.

"Debería haberte dejado en esa villa de la que te saqué", habría dicho la esposa de Jorge en esos momentos de enfado con la joven.

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Además, la mediática reveló que su madre adoptiva la obligaba a ver el programa "Cuestión de Peso" para recordarle que si no dejaba de comer, se convertiría en la próxima participante. Esto es solo una muestra más del calvario que vivió siendo una niña.

"No me dejaba ver 'Floricienta', 'Violetta' ni tomar gaseosas. Un día nos envió a comprar pan con Rocío y nos comimos dos mignoncitos. Ella pesó la bolsa y, al darse cuenta de que había menos de lo que pidió, nos golpeó. Le dio un puñetazo a Rocío. También me quemaba el cuerpo con cera", recordó.

El último contacto entre ambas se dio poco después del nacimiento de Francesco Benicio, el hijo de la influencer, pero incluso allí se produjo un enfrentamiento áspero.

Según Morena, se comunicó con D'Auro para informarle sobre el nacimiento del bebé y le ofreció la oportunidad de conocerlo. Sin embargo, su madre adoptiva respondió de manera tajante: "Yo no tengo nietos", poniendo fin a cualquier tipo de vínculo entre ambas.

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