El viernes pasado, se vivieron momentos de tensión en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) cuando una discusión entre la jefa de área y dos enfermeras terminó en denuncias cruzadas.

La jefa del área, Cristina Orlandi, denunció que los trabajadores habrían bañado a los pacientes con agua fría con base en lo afirmado por la Jefa de Enfermería, la Lic. Ángela Arriola.

Según lo declarado por la doctora, todo comenzó el 12 de mayo luego de que se rompiera la calefacción central de la Unidad de Terapia Intensiva 1 (UTI1), sumado a la falta de funcionamiento de la caldera industrial que provee agua caliente a un sector del hospital, incluidas las terapias intensivas.

Denunciaron a la jefa de terapia intensiva por presuntas amenazas, maltrato y hostigamiento

“Ya se estaba arreglando la calefacción y se compró el calentador de repuesto de la caldera, un insumo importado que llegó el viernes pasado y que actualmente se está instalando. Hoy se realizaron las pruebas de funcionamiento”, detalló la doctora Orlandi.

A raíz de este desperfecto técnico, se llevó a cabo una reunión entre el equipo médico de enfermería y los directivos del hospital, donde se firmó un acuerdo para mantener a los pacientes críticos con ayuda de caloventores y calentando el agua en pavas eléctricas para la higiene. El acuerdo fue aceptado por todos.

A pesar del consenso entre las partes, la doctora asegura que el lunes (29/6) la situación laboral fue completamente opuesta. “Ese día la jefa de enfermería, Ángela Arriola, afirmó que los pacientes se estaban bañando con agua fría porque no estaban de acuerdo en calentar el agua”, comentó.

Y añadió: “Como medida de protesta y presión hacia la Dirección del hospital y el Ministerio, surgió un conflicto en un intento de hacerles recapacitar y calentar el agua, pero terminó en una discusión y denuncias cruzadas, ya que tanto yo como el equipo médico recibimos hostigamiento por parte del personal de enfermería en múltiples ocasiones”.

En su declaración, detalló que recibieron gritos, amenazas y se vandalizó el cartel que lleva el nombre de la doctora Orlandi, así como también las cámaras de seguridad que vigilan a los pacientes.

“Mi intento de proteger la integridad de los pacientes terminó en esta situación. Soy actualmente víctima de agravios a mi persona y a mi buen nombre. Junto al resto de los médicos, también sufrimos el trabajar en condiciones precarias, pero tratamos de dar la mejor atención a nuestros pacientes, que es el propósito de nuestra tarea”, concluyó Orlandi. 

Tras las denuncias cruzadas, se llevó a cabo la primera audiencia el lunes por la mañana, y la causa quedó bajo investigación de la Fiscalía N.8.