Ufólogo es una palabra rara y poco común en nuestro vocabulario, pero significa ni más ni menos que una persona que se dedica a estudiar el fenómeno de los ovnis. Hay un porcentaje muy chico en todo el planeta y por ende también en nuestro país. Hasta deben lidiar con algunos chantas que hablan sin ningún sustento.

Daniel López es uno de los ovníologos más reconocidos en este suelo, pertenece al movimiento Hemisferior Sur, y es uno de los propulsores de los estudios energéticos en el balneario La Lobería, epicentro de distintos fenómenos paranormales. Pertenece al Centro de Estudios de Fenómenos Ovnis de la República Argentina (CEFORA), cuya directora es la estudiosa Andrea Pérez Simondini.

El propio López llevará un aparato que llama la atención y será motivo de muchísimas preguntas y de fotos una vez instalado en Punta Bermeja. Se trata de un espectrómetro que, como su palabra lo indica, intentará cazar todas las apariciones de otro plano no terrenal.

En diálogo con NoticiasNet, López explicó: "Este espectrómetro es casero, da la apariencia de tener una línea industrial, pero en realidad es un instrumento que ha sido el resultado del Consejo de Físicos y Astrofísicos en Suiza, a través de la inquietud de Gustavo Santa María, que es un argentino que vive en Suiza y está muy interesado sobre el tema, especialmente en el factor luminoso de los ovnis, porque ha sido testigo en varias oportunidades".

En este sentido, detalló que Santa María quiso crear un instrumento que pudiera determinar la naturaleza de las luces, así como se hace en astrofísica, donde se estudia la descomposición de la luz que emiten las estrellas o los cuerpos celestes.

López puntualizó: "No es un instrumento óptico, sino que es un instrumento digital, electrónico, que no retrata fotografías, sino que a través de un sistema complejo absorbe la luz de cualquier emisión o fuente luminosa y estudia sus rangos, las ondas que la componen a través de los colores y posteriormente se utiliza una base de datos muy amplia para comparar las emisiones de esa captura y compararlas con cosas que son comunes, como un farol de la calle".

Para el experto esta mecánica podrá determinar si el objeto volador es un avión, un dron, un helicóptero y se podrán distinguir "las extrañezas con rasgos que no han podido ser identificados y muestran determinadas composiciones que no son normales".

Citó que hay muchas experiencias previas ya desde los años 80. Por ejemplo, científicos de la Universidad de Oslo analizaron con un espectrómetro una oleada de luces extrañas en Hessdalen, en Noruega, donde surgieron varias inconsistencias en cuanto a la composición de las luces que aparecieron, que no se adaptan a ninguna forma conocida actualmente por el hombre.

En ese caso, el líder del proyecto, Erling Strand dijo que los fenómenos capturados no pueden ser explicados con la base científica actual y tratarán de replicar esos estudios de campo en La Lobería.

"Nosotros no somos científicos de una universidad, pero somos esencialmente exploradores e investigadores de OVNI, que tratamos de muñirnos de los instrumentos para que los expertos puedan leer y puedan darnos una pista de lo que estamos observando. Este instrumento va a ser probado por primera vez en Argentina, en la ciudad de Viedma, en La Lobería, que es un lugar donde hay muchas referencias de observaciones muy recientes, la gente nos escribe, nos manda fotos y esperamos tener la fortuna de captar algunos de estos fenómenos con el instrumento", describió.

López también señaló que es un instrumento que será probado por primera vez en el campo, por lo que puede haber modificaciones en el camino, pero en el primer día habrá muchísimo material para examinar.

Este sábado 29, a partir de las 17, habrá una charla informativa en la Cámara de Comercio de Viedma, donde se detallará en profundidad todas las labores.