El verano ya está con nosotros y el pronóstico extendido que realiza el Servicio Meteorológico Nacional indica que habrá que cuidarse. Y mucho. De acuerdo al diagnóstico, se aguarda un trimestre con temperaturas por encima de lo normal en toda la región del Valle, mientras que las precipitaciones serán las normales para esta época. Es decir, escasas.

“Nos va a parecer un clima más seco porque con las mayores temperaturas habrá más evapo-transpiración”, previene Rodolfo Merlino, responsable de la estación meteorológica del Alto Valle Oeste. “En los últimos años se viene repitiendo el mismo fenómeno, producto del calentamiento global del planeta”, advirtió.

Leé también: Con el calor también llegan los alacranes, una especie potencialmente peligrosa

El 22 de enero de 2021 se registró la temperatura máxima absoluta en los 120 años de observaciones que lleva la estación: fue de 43,8°, a las 18.20 hs. El récord anterior se había inscripto en 2019. Entre 1941 y 1960, la máxima absoluta había sido de 40,8 °. Un aumento de seis grados en esas seis décadas. Ese es el calentamiento global

Según las estadísticas del SMN, la temperatura máxima media del mes de diciembre es de 29,7°, mientras la media alcanzó los 20,7°. Para enero, se esperan temperaturas superiores: 31,8° de máxima media, y 22,51 de media.

En cuanto a las precipitaciones, la proyección del organismo es que habrá un panorama cercano a lo “normal” o levemente inferior: el promedio de precitaciones, según la Estación Meteorológica del INTA en Guerrico, ha sido de 12 mm en enero, y de 22 mm en febrero, con muchas disparidades entre los diferentes sectores.

Seguí leyendo: El Servicio Meteorológico informó sobre una ola de calor en el Alto Valle

Merlino comentó que esto se debe a que en verano se forman las famosas “tormentas convectivas”, con “nubes cúmulonimbus” que tienen una incidencia muy focalizada en determinadas zonas. “Así es como se forman las ‘mangas’ de granizo, que pueden descargar en una chacra y dejar a otra indemne”, apuntó.

Esto también se puede advertir en el registro de la última tormenta de diciembre: en Cipolletti se registraron 5,3 mm; en el Aeropuerto de Neuquén, 4,5 mm; y en Barda del Medio, 4,5 mm. En cambio, en la estación de Guerrico fue tan insignificante que no alcanzó para anotarse.

“En lo que va del año, la disparidad de precipitaciones entre Cipolletti y Neuquén alcanza los 30 mm, especialmente por el impacto de las tormentas de febrero”, contó.

Calentamiento global, mayores temperaturas y menos humedad. Mientras los gobiernos adoptan las medidas adecuadas para tratar de contener esta situación, tomemos los recaudos del caso: no exagerar con la exposición al sol, tener cuidado con las horas en que se está expuesto al aire libre, utilizar abundante protector y consumir abundante líquido.