Desde las 7.30 de la mañana, un grupo de trabajadores de ATE corta los puentes que unen Río Negro con Neuquén. Densas columnas de humo negro, producto de la quema de neumáticos, se elevaban desde la zona del Canal de los Milicos y frente al Fortín Primera División. El sindicato convocó a una asamblea al mediodía para resolver las medidas con que continuarán el plan de lucha.

El gremio de estatales corta también el puente que une la capital rionegrina, Viedma, con la bonaerense Carmen de Patagones; y el puente de acceso a Bariloche (viniendo desde el este) en el río Ñireco.

La dirigencia sindical se dedicó a aclarar que esos son los únicos cortes definidos por ATE y la rama de la CTA que hegemoniza. Fue una forma de diferenciarse de los reclamos de organizaciones sociales neuquinas, que se aprestaban a realizar cortes en el tercer puente, en Centenario – Cinco Saltos y en la calle Casimiro Gómez, que une la Autovía Norte con el centro de Neuquén.

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Largas filas de camiones intentaban buscar los puentes interprovinciales que todavía estaban libres. Las empresas de transporte interurbano, en tanto, dispusieron sus unidades a ambos lados del corte para mantener un servicio de emergencia. Las y los vecinos, resignados, cruzaban caminando el puente y la distancia que los separa hasta la rotonda.

El secretario general de Río Negro, Rodrigo Vicente, explicó que ATE decidió ir a un plan de lucha ante una “serie de reclamos que vienen siendo desoídos por el Gobierno provincial, como es la necesidad de una importante regularización contractual, que en la actualidad se encuentra prácticamente estancada”.

El gremio también denunció “la discriminación salarial entre distintos ministerios y organismos, algo que exige corregir al igual que las últimas liquidaciones de haberes que fueron abonadas con graves errores”.

Asimismo, desde ATE señalaron que, de acuerdo a los registros del sindicato, son más de 400 los trabajadores con “hora cátedra” que realizan tareas principalmente en escuelas y consejos escolares, pero también en otros organismos, por lo que este número podría ser mucho mayor.

El regreso a la política de regularización “que puso fin a las becas y a la explotación laboral, como así también el pase a planta permanente de trabajadores ingresados durante los dos últimos años”.

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Vicente precisó también que ATE demanda “la necesidad de discutir el punto de guardia entre los trabajadores de la salud, entre los ítems de otros organismos; la equiparación de salarios entre carteras; la falta de personal en áreas clave como el Ministerio de Desarrollo Humano y la SENAF. Un punto en especial constituye el convenio colectivo de trabajo que fue aprobado por ley provincial y sobre el que no ha habido avances concretos”.