La presencia del abogado del foro porteño Fernando Burlando en la audiencia por el homicidio de Facundo Castillo llamó mucho la atención. Los rumores circularon durante todo el día: la posibilidad de que asesore o reemplace a los actuales defensores del imputado – Ramiro Gutiérrez -, fueron las hipótesis más escuchadas.

Martín Segovia tuvo que salir a aclarar algunas cuestiones. En primer lugar, que junto a Carlos Vila Llanos seguirán patrocinando a Gutiérrez en la causa. Y que la llegada de Burlando se dio a partir del contacto que tenía un familiar para “eventualmente”, asesorar o llevar adelante una apelación ante la Corte Suprema de Justicia “en caso de un fallo adverso”.

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“Esto es lo que me transmitieron los familiares. En principio, no se harían cargo de la defensa de Gutiérrez. (Burlando y su equipo) Vinieron para conocer la jurisdicción, ver cuáles son las pruebas y las presentaciones. Nada más”, enfatizó.

Segovia se quejó por lo que entiende como una caracterización negativa de su cliente en los medios de comunicación. “No soy de echarle la culpar a los medios de determinadas situaciones, pero un medio local se ha encargado de calificar a Ramiro Gutiérrez como un “gitano”, como un bandido... La gente puede tener esos preconceptos. Y Ramiro es un pibe de 24 años que labura. No es un bandido ni un gitano”, enfatizó.

El defensor apuntó que “los preconceptos siempre existen en sociedades que están muy lastimadas como la nuestra. Ser objetivos cuesta mucho y es el camino más arduo que puede tener una persona. Y repetir cualquier barbaridad es el camino más corto y más fácil y el que menos se tiene que justificar. Si todos piensan que Ramiro Gutiérrez es un tipo de mierda, es más fácil que tratar de entender qué es lo que pasó. Ramiro es un chico que tuvo un incidente como lo pudo tener cualquiera”.

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En ese sentido, reiteró la hipótesis que intentará demostrar durante el juicio: su defendido atropelló a Facundo Castillo al dar marcha atrás con su camioneta BMW cuando intentaba huir de un tumulto. “Fue un accidente, no negamos su responsabilidad. Pero es un homicidio culposo y lo vamos a comprobar”, enfatizó.

La diferencia en la calificación es la clave de la estrategia defensiva. Para el fiscal, se trata de un homicidio más cinco homicidio en grado de tentativa y en ese caso la condena podría superar los 20 años de prisión. En cambio, el homicidio culposo tiene un máximo de cinco años, ya que entiende que la impericia o la maniobra peligrosa no tuvo intención de matar.