Una persona que transitaba por la zona de bardas, al sur de la ciudad, se encontró con una serpiente que gran porte.

Algunos usuarios de las redes intentaron advertir sobre la presencia de estos animales en la zona de Paso Córdoba, algo común en esta zona. Además, cabe aclarar que estos son parte de la fauna nativa de la región y que el avance de los humanos se da sobre el territorio donde habitan.

Se trata de una yarará ñata, una especie bastante común en aquella zona.

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Muchas personas de la ciudad asisten a realizar actividad física y caminatas recreativas, con más frecuencia y mayor cantidad en la época del año que transitamos.

Se recomienda no molestar a estos animales ni tampoco atacarlos o intentar matarlos ya que están en su habitat natural y son muy importantes en la regulación de la biodiversidad.

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Cabe aclarar que las culebras o serpientes de la zona no son peligrosas, tienen veneno que lo usan como encima digestivas para sus presas, pero no afecta a los seres humanos. Sin embargo, la yarará es riesgosa, pero sólo ataca si en el caso que la intenten manipular.

Yarará Ñata (Bothrops ammodytoides)

Estas culebras alcanzan unos 50 centímetros de longitud total, de la cual la cola representa un 12%, pero pueden encontrarse ejemplares mayores.

Su cuerpo es grueso, deprimido, con cuello marcado y cabeza subtriangular ancha con fuertes maseteros, ojos de pupila vertical y aspecto hocicudo por la protuberancia rostral.

En su dorsal es color castaño pálido, a menudo grisáceo. Serie continua de manchas de marrón oscuro, ribeteadas de negro y blanco y distribuidas siguiendo una línea vertebral: a veces estranguladas o divididas, acompañadas inferiormente por otra serie irregular de manchas oscuras más pequeñas y borrosas.

En la zona del vientre, son de tono blanquecino rosado, con pigmentación oscura en extremidades de las escamas ventrales y subcaudales. En la cabeza hay una barra oscura cerca del hocico; pares de pequeñas manchas oscuras simétricas en el espacio oculo-frontal; dos manchas marrón intenso divergentes en la región parietal y una banda occipital de igual color formando un anillo interrumpido con aspecto de Ω.