Pozos, acumulación de agua, banquinas descalzadas, sectores de piedra y un montón de inconvenientes más componen la secuencia casi de terror y agotadora que les toca vivir a quienes transitan las rutas regionales.

Un capítulo aparte merece las maniobras imprudentes de muchos conductores.

Al martirio de transitar por la Ruta 22 en el tramo Roca-Neuquén, con sus más de 20 años de obras que nunca terminar, se suman los problemas en la 151.

Hace unas horas una vecina de la región compartió en los medios un video que refleja el estado de la Ruta nacional 151 en Cipolletti, justo en el sector del puente ferroviario.

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Un pozo de gran tamaño obliga a los conductores a esquivarlo y reducir la velocidad notablemente, lo que ocasiona demoras en el tránsito y riesgos de siniestros.

La "pileta artificial" se encuentra apenas a unos metros del norte del puente y es un problema permanente. Los reclamos de los usuarios frecuentes de esa ruta, cuyo mantenimiento está a cargo de Vialidad Nacional, no parecen tener asidero.

En la Ruta 22, el tramo más difícil está a altura del Puente 83 en Cipolletti. Se trata de un sector de 600 metros de desvíos y de presencia de máquinas y tambores en el camino en forma permanente.

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En agosto aseguraron desde Vialidad Nacional que antes de que finalice el año, se licitaría la continuidad de los trabajos.