Muchos automovilistas siguen convencidos de que la prioridad de paso la tiene el que llega primero a la bocacalle. También consideran que el que choca es el responsable y tiene que hacerse cargo de los gastos. Pero hay que abrir más los ojos: la ley dice que la prioridad es de quien viene por la derecha. Y la justicia les da la razón. En la aseguradora, lo primero que preguntan es: ¿quién venía por la derecha? Si venías por la izquierda, a llorar al campito… Por defecto, no le dan más vuelta.

Que lo diga si no una taxista que fue chocada en una calle del barrio Luis Piedrabuena de Cipolletti. La justicia determinó que se trató de su responsabilidad porque no respetó la prioridad de quien venía por la derecha y además llegó a la intersección a una velocidad mayor a la permitida (que es de 30 km/h). El chiste le saldrá 808.000 pesos de indemnización al otro vehículo, además de tener que reparar el propio.

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El siniestro se produjo en un barrio de poco tránsito, circunstancia que puede haber relajado la atención de ambos protagonistas. La taxista manejaba el Renault Logan afectado al servicio por la calle Teniente Ibáñez cuando al llegar al cruce con Pastor Bowlder fue embestida por un Ford Ka.

La propietaria del Ka inició un juicio civil contra la conductora del taxi, el titular del auto y la compañía de seguros. Sostuvo en la demanda que ella iba por Pastor Bowlder y que tenía la prioridad de paso de la derecha. En esas circunstancias, el Logan irrumpió con exceso de velocidad por la calle Teniente Ibañez y se produjo la colisión.

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La pericia accidentológica determinó que el vehículo embistente fue el Ford Ka y que el vehículo embestido fue el Logan. Este último colisionó con un tercer coche que estaba estacionado. “En la práctica se considera vehículo embistente al que, con su parte frontal o extremos frontales de su estructura, colisiona con la parte lateral o posterior del otro vehículo implicado en el accidente”, explicó el profesional. No se pudo determinar con exactitud la velocidad a la que circulaban las protagonistas del incidente pero un transeúnte observó que el taxi “iba rápido”.

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El fallo se basó en la ley nacional de Tránsito  Nº 24.449. La normativa establece que todo conductor en las encrucijadas urbanas sin semáforo debe transitar a velocidad precautoria, nunca superior a 30 km/h y tiene la obligación -conforme artículo 41- de ceder espontáneamente el paso a todo vehículo que se presente por una vía pública situada a su derecha. Por esos incumplimientos se le atribuyó la responsabilidad en el accidente a la taxista y se hizo extensiva la condena al propietario y a la compañía de seguros. El monto de la indemnización es de 808.114,75 pesos por la reparación del Ford Ka, su desvalorización y el tiempo en que la dueña no pudo disponer del coche porque estaba en el taller.

En cuanto a la reparación se tuvieron en cuenta los trabajos de mano de obra en chapa y pintura, de mecánica y los repuestos.