El país se encuentra conmocionado por el intento de asesinato de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. El intento de magnicidio quedó registrado en video cuando la ex mandataria saludaba a los militantes que le manifestaban su apoyo en el barrio de Recoleta, pero enseguida nos remonta a otro intento de asesinato en 1986, cuando habían colocado una bomba por donde debía pasar Raúl Alfonsín junto a su comitiva .

El ataque fue caratulado por el presidente Alberto Fernandez como “el más grave que ha sucedido desde que hemos recuperado la democracia". Pero no es el primero que sufre un político desde 1983. En 1986 el entonces presidente Raúl Alfonsín sufrió un ataque similar cuando se dirigía a un acto.

Argentina suma un oscuro episodio a su historia política.  El agresor que intentó asesinar a la ex presidenta fue identificado como Fernando Andrés Sabag Montiel. Con un arma Bersa gatilló contra. Según fuentes judiciales la misma está apta para el disparo. Tenía cinco balas en el cargador y una en la recámara. Explicaron que el disparo no salió porque el atacante no llegó a gatillar dos veces.

El último intento de asesinato (luego del de anoche)  al mas alto funcionario de la Nación cumpliendo con sus actividades en el Poder Ejecutivo desde la vuelta de la democracia  ocurrió contra Raúl Alfonsín se registró en mayo de 1986, mientras Alfonsín cumplía con una visita protocolar al comando del Tercer Cuerpo de Ejército, en Córdoba. 

Antes de que arribara la comitiva presidencial se vislumbró un artefacto sospechoso que resultó ser un explosivo de gran capacidad letal que debía accionarse cuando el mandatario se posara cerca del lugar.

En ese momento dos oficiales tenían que custodiar el paso del mandatario. Sin embargo uno de ellos fue a orinar a una parte de un parque que estaba lleno de malezas. En ese sitio, por donde pasaría el móvil oficial en dirección al Tercer Cuerpo del Ejército de esta provincia, el oficial vio un extraño movimiento. 

Al seguir el cable negro que serpenteaba se encontraron con una estructura armada con una batería de un auto y más cables que conectaban con una bomba. Casi tapada por la tierra había una bala de mortero calibre 120 mm. Un mecanismo que tiene esquirlas metálicas lo que aumenta su letalidad. La bomba se sacó del sitio y fue detonada una semana después.

Como dato anecdótico, lejos de la seriedad de la situación vivida por ambos, muchos futboleros llamaron a la redacción para decir que el año en el que le sucedió al doctor Raúl Alfonsín, el selccionado nacional de fútbol se coronó campeón mundial en México y comenzaron a realizar parangones con lo vivido por Cristina Fernández recordando que se viene Qatar...