27/07/2022

Vecinos alterados: a uno le molestaba el volumen de la música; al otro, del acoso personal

Vecinos alterados: a uno le molestaba el volumen de la música; al otro, del acoso personal

Durante la pandemia, la sociedad se fue haciendo más susceptible e irritable frente a algunas molestias que en otros tiempos habría solucionado mediante una conversación. Así que muchos problemas terminaron en los juzgados de paz, buscando una solución al conflicto vecinal.

En este caso, la propietaria de un gimnasio y una familia que reside en las inmediaciones llegaron a una situación límite. La profesora denunció que su vecino la hostigaba para recriminarle por el volumen de la música del local. El hombre se quejaba de que en su domicilio era imposible realizar teletrabajo o estudiar debido a los ruidos.

Todos reclamos atendibles, pero se valoró que el gimnasio tenía habilitación municipal; y que la familia se mudó a su nuevo hogar conociendo la existencia del centro de formación física. En consecuencia, el juzgado de Paz conminó al hombre denunciado a respetar las reglas de convivencia y a no hostigar a la profesora, bajo apercibimiento de multa o trabajo comunitario.

Durante un tiempo las denuncias que llegaban a los juzgados de Paz se originaban por controversias en relación a la sombra que daban los árboles en la vereda, al crecimiento de raíces y al estacionamiento en lugares prohibidos, frente a garajes por ejemplo.

En la primavera y verano se canalizan reclamos por plantas y especies con determinados frutos que ensucian las piscinas o los espacios públicos. Pero con la pandemia y las medidas de cuarentena el conflicto mutó a lo que sucede en espacios cerrados y, sobre todo, a los ruidos molestos.

En el caso particular, la instructora de gimnasia denunció que su vecino la insultaba y que le golpeaba la pared. Probó que su comercio tenía habilitación municipal y que la música respetaba los horarios de descanso. En su defensa, el hombre sostuvo que sus vidrios registraban vibraciones por el elevado volumen y que su esposa no podía teletrabajar ni sus hijos estudiar.

 

Asuntos vecinales y contravenciones

Las situaciones de disenso por ruidos molestos ingresan al Juzgado de Paz bajo la modalidad de asuntos vecinales o por contravenciones. Muchas veces, los propios involucrados llaman a la policía a raíz de discusiones o desencuentros con sus vecinos.

El Código Contravencional de Rio Negro prevé sanciones (trabajo comunitario o multas) para quienes intimidan u hostigan de modo amenazante, de manera personal, virtual o a través de cualquier medio, o maltrata físicamente a otro, siempre que el hecho no constituya delito.

La competencia en materia de conflictos vecinales está fijada en la Constitución de la provincia de Río Negro en el artículo 214. Los 49 Juzgados de Paz distribuidos en las cuatro circunscripciones canalizan también acciones de menor cuantía, contravenciones, notificaciones, certificaciones, autorizaciones, juicios ejecutivos, ejecuciones fiscales, beneficio de litigar sin gastos, probation, audiencias y cartas poder, entre otras.

El juzgado de Paz intenta resolver los problemas a través de la mediación. Ello implica arribar a una solución que deje conforme a las dos partes. Pero en ocasiones los involucrados demandan la reparación de los daños: arreglos de humedad, veredas y hasta la sustitución de una cámara de seguridad.

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