Un joven delincuente, que ya tiene varias causas anteriores, fue acusado formalmente del homicidio de Aurelio Valdebenito, un adulto mayor que fue encontrado muerto, atado a una silla, en su departamento de Cipolletti. La jueza de garantías dictaminó una prisión preventiva de seis meses, por el riesgo de fuga del imputado y por la posibilidad de que pueda amenazar a los testigos.

Aurelio Valdebenito Cariman fue encontrado muerto en su departamento el 29 de mayo. Lo habían atado a una silla con alambres, lo golpearon brutalmente y después de desvalijar sus pertenencias, lo abandonaron a su suerte. Esa noche fue una de las más frías de la temporada y el hombre, de 87 años, murió de hipotermia e insuficiencia cardíaca. La causa se caratuló como homicidio en ocasión de robo.

Lo paradójico es que el presunto homicida fue detenido durante un operativo diseñado para esclarecer una denuncia por extorsión, en la confitería de una estación de servicio de Cipolletti. El sospechoso fue arrestado con los billetes marcados que se le habían entregado previamente.

Según la investigación realizada por la fiscalía, el 29 de mayo el acusado ingresó al departamento donde residía la víctima y le propinó un golpe de puño al hombre de 87 años para reducirlo y posteriormente maniatarlo con un trozo de alambre. Encontrándose en esa situación, por su avanzada edad y las bajas temperaturas de la época, Aurelio falleció a causa de una falla cardíaca por hipotermia. El acusado habría sustraído del departamento una garrafa de 10 kg, una suma indeterminada de dinero, una tarjeta de débito y el DNI de Valdebenito.

Entre las principales evidencias apuntadas por el fiscal para sostener la acusación, se destaca que el imputado residía en el mismo inquilinato que Valdebenito y que el hombre sospechaba que semanas antes del crimen este le había robado dinero en efectivo.

Por otro lado, en un allanamiento realizado en la vivienda de una allegada al imputado, se secuestró un televisor – con un control remoto universal – y una plancha que se sospecha serían propiedad del fallecido. Además el acusado publicó en sus redes sociales para la venta una radio y una caloventor que también habrían sido de la víctima. Se aclara que todos esos elementos habían sido sustraídos con anterioridad al 29 de mayo de la vivienda de la víctima.

Como otro indicio en contra del imputado, el fiscal señaló que el control remoto del televisor de la víctima no fue robado, quedando el mismo en la vivienda de Valdebenito, reforzando de esta forma la hipótesis de que el televisor era el de la víctima y justificando de esta forma la presencia del control remoto universal. El fiscal agregó que existen registros de cámaras de seguridad que lo ubican en cercanías al lugar del hecho en los momentos en los cuales el mismo habría ocurrido.

La fiscalía había ordenado días atrás la detención del sospechoso entendiendo que existían elementos suficientes para vincularlo al crimen y que en caso de permanecer en libertad podría entorpecer el normal avance de la investigación.

El representante del Ministerio Publico sostuvo que el riesgo de entorpecimiento a la investigación se sustentaba en la posibilidad del imputado de buscar influenciar o intimidar a los testigos del caso, principalmente porque algunos de ellos son conocidos o allegados al hombre.

La defensa pública que representó al acusado no realizó objeciones formales al hecho y a la calificación legal en la cual la fiscalía encuadró el caso y consideró que los riesgos procesales estaban vigentes por lo que no se opuso al dictado de la medida cautelar. Sin perjuicio de lo anterior, adelantó que en una audiencia futura y previo producir evidencia que respalde su postura, requerirá que la misma sea morigerada mediante una prisión de tipo domiciliaria.