El Tribunal de Impugnación aceptó los argumentos de la defensa y otorgó la prisión domiciliaria para Ana María Perales, acusada como instigadora del secuestro y femicidio de Agostina Gifman. La fiscalía y la querella adelantaron que apelarán la decisión.

Según la investigación, Perales se enteró de la infidelidad de su marido – Juan Carlos Monsalve -, con Agostina y le puso como “condición excluyente” la muerte de la muchacha para salvar la pareja. Monsalve, junto a Gustavo Chianese, Enzo Monsalve y Julio Maximiliano Zapata, idearon y ejecutaron el plan que culminó con el femicio de Agostina, el 14 de mayo pasado.

El mes pasado, el juez de Garantías Gustavo Ravizzolli había pedido la prisión preventiva de los imputados por considerar que existían riesgo de fuga y de entorpecimiento de la causa. La defensa de Perales recurrió al Tribunal de Impugnación argumentando que tiene un hijo de cuatro años – fruto de su relación con Monsalve -, y que al estar ambos progenitores detenidos nadie podía hacerse cargo del menor.

El abogado de la querella, Diego Vázquez, recordó que la medida se dispuso a condición de “que quede firme”, pero en este caso adelantó la decisión de apelar. “La fiscalía y nosotros vamos a presentar recursos extraordinarios; los plazos todavía no están vencidos”, remarcó.

Según la teoría de la fiscalía, Monsalve había tenido una relación con Agostina. Al enterarse Perales, le habría exigido una respuesta acorde para “lavar su honor”. Monsalve recurrió a Chianese, quien obró de “entregador”, y juntos planificaron la acción. Se alquiló un vehículo utilitario; la citaron en la rotonda del tercer puente de Cipolletti y se dirigieron hacia la zona de Centenario. Allí la asesinaron de una puñalada y luego prendieron fuego al cuerpo.

El delito que se atribuye a Monsalve y a Chieanese es el ser coautores de homicidio triplemente agravado por femicidio, por el concurso premeditado de dos o más personas y por ser cometido con alevosía. Perales está acusada de ser la instigadora.

Agostina Gisfman tenía 22 años, vivía en Cipolletti y ocasionalmente se relacionaba con Chianese para ejercer la prostitución. Su cuerpo fue encontrado calcinado en la zona de la meseta de Centenario, en un basural, el 15 de mayo de 2021.