18/05/2022

Caso Maira Castillo: “No hay decisiones libres en contextos de violencia patriarcal”

Se juzga a su ex pareja por "inducción al suicidio", por lo que puede recibir una condena de hasta cuatro años

Caso Maira Castillo: “No hay decisiones libres en contextos de violencia patriarcal”

El juicio por inducción al suicidio de la joven sáltense Maira Castillo está llegando a su fin. El lunes se conocerá finalmente si el tribunal considera a su ex pareja, Bruno Marín, como el responsable de haberla llevado a una situación límite. Pero para el abogado de la familia de Maira, Marcelo Hertzriken Velasco, no quedan dudas: “no hay decisiones libres en determinados contextos de violencia patriarcal”.

“Eso es a todas luces evidente. Hay personas que por atravesar situaciones de violencia, de maltrato permanente, contraen enfermedades, o mueren antes de lo que son las expectativas comunes de vida. Eso no debe quedar impune”, puntualizó.

Maira Castillo se quitó la vida el 17 de marzo de 2020 y para su familia no fue una decisión propia de la mujer. Desde el principio sostuvieron que Marín la había llevado a esa situación, una hipótesis que hizo propia la fiscalía a cargo de Martín Pezzetta y que fue acompañada por la querella.

Para el abogado Hertzriquen, si el tribunal finalmente acepta la responsabilidad de Marín como instigador “será un primer paso muy importante” para poder visibilizar una situación que hasta ahora no se investigaba. Quedaba como una simple decisión voluntaria de una persona. En este caso, la víctima.

El querellante sostuvo que “las formas de instigación o de determinación a otra persona son muy variadas”. En el caso de Maira en particular hubo muchas de ellas, que quedaron incorporadas en el juicio: desde mensajes de texto enviados a su celular “diciéndole matate”, a todas las formas de violencia física, psicológica y emocional posibles. Para Hertzriquen, “para que haya un acto voluntario tiene que haber libertad, intención y discernimiento. Si algo no tenía Maira Castillo (al momento del suicidio) era libertad, intención y discernimiento. Esa voluntad que no estaba presente tenía que ver con conductas asumidas a diario, minuto a minuto por parte de su agresor. Que era su pareja”.

El acusado llegó a decir durante el juicio que había estado “muy preocupado” porque la muchacha “era muy linda” y recibía “mensajes de otros hombres por ser linda”, describió el abogado. “Llegó a decir que la quería solo para él”, contó. Esa conducta patológica “lo llevaba a instalarse frente al lugar donde trabajaba Maira para controlar quien ingresaba o quien salía, para vigilarla”, explicó.

 

Con respecto al máximo de pena, que es de cuatro años, reconoció que puede resultar escasa pero reiteró que es un primer paso. “Llevar el caso a juicio es importante. El segundo paso sería que los jueces se pronuncien por la responsabilidad de Marín. Y después veremos el tema de la condena”, apuntó.

“Estamos en el filo de una conducta propiciatoria del femicidio. En poco tiempo, ya sea jurisprudencialmente o a través de la legislación, habrá que buscar la manera de consagrar una figura autónoma o empezar a hacer un ejercicio intelectual, como la ha hecho (el fiscal) Pezzeta, para entender que no hay decisiones libres en determinados contextos de violencia patriarcal. La pena es exigua, estoy de acuerdo, pero sería un gran triunfo que sea declarado responsable. La segunda batalla sería por una pena de cumplimiento efectivo. Ahí tenemos una escala bastante amplia y vamos por el cumplimiento efectivo”, remarcó.

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