Con todas las ilusiones. Con todas las ganas. Así empieza su preparación Mariano Carbajal, el adolescente rionegrino que sueña con representar a la Argentina en las Olimpíadas de 2024 en Francia. Pergaminos no le faltan para llegar a la cita mundial: fue medalla de Plata en los Juegos Olímpicos de la Juventud que se disputaron en 2018 en Buenos Aires. Break dancer desde que empezó a dar sus primeros pasos, siguiendo a su papá que es instructor de la disciplina. Y poniendo el alma y un poquito más para perfeccionarse cada día un poco más.

En 2018 aquel adolescente de mirada curiosa llamó la atención del país al conseguir una medalla en una disciplina poco conocida. El Comité Olímpico Internacional incluyó el break dance para renovar su oferta y ampliar sus bases de sustentación. Ahora le abre paso para los juegos de mayores.

“Lunes, miércoles y viernes, entreno breackdance. Martes y jueves, hago calistenia – que es una variante de gimnasia para fortalecer los músculos”, contó Mariano. Y el 4 de junio se enfrentará al primer desafío para cumplir con el sueño olímpico: la competencia internacional que se disputará en Cali, Colombia. Con los tiempos justos, como todo atleta amateur que aspira a conseguir los máximos lauros: el 2 parte hacia Buenos Aires y el 3 viaja a Colombia. Casi llegar y ponerse a competir, sin tiempo para practicar y acostumbrarse al nuevo escenario y al clima, tan diferente del frío que actualmente nos envuelve en el Alto Valle.

“Es poco tiempo pero no puedo tomarme más días. Estoy trabajando en un depósito de logística en Cipolletti, hago mi entrenamiento a contraturno en mi casa de Fernández Oro. Así que hay que viajar y competir”, comentó.

La clasificación para Francia 2024 se dará por la suma de puntos que se vayan consiguiendo en las competencias reconocidas por la World Dance Breaker Federation, la organización internacional que entrega esos reconocimientos. Pero hasta hoy, no existe un calendario de competencias y todo el camino se presenta como un gran interrogante. Por eso nadie se anima a desaprovechar un desafío como estos.

Las ilusiones están en marcha. Y a diferencia de 2018, cuando por ser poco conocido dio una verdadera sorpresa, hoy B-Boy Broly es seguido con atención por los demás competidores. “Es verdad que ese año yo era muy chico y no me tenían en cuenta… Pero yo sí tenía mis expectativas. Como ahora”, apuntó.

“¿Por qué Broly? Por el personaje de Dragon Ball Z. Soy fanático de la serie y cuando vi la película me quedó el personaje. Voy a seguir siendo B-Boy Broly”, contó con una sonrisa.