Durante esta semana habrá por lo menos dos encuentros técnicos de los ministerios de Educación y Salud para analizar cómo se volverá a las aulas en el período escolar 2022, con esta nueva ola de contagios por coronavirus. La intención es evaluar los resultados del Protocolo que se implementó durante el año pasado, y las posibles modificaciones que deban realizarse para garantizar un regreso seguro a las aulas a partir de marzo.

El secretario de Educación de Río Negro, Adrián Carrizo, destacó que durante 2021 se realizó un seguimiento diario con evaluaciones periódicas para determinar el impacto de la pandemia en las escuelas. “Tuvimos una cantidad de contagios mucho menor a la de la sociedad en general, lo que nos da una idea de que las medidas adoptadas fueron satisfactorias y que se pudieron mantener en la práctica”, puntualizó.

El funcionario comentó también que al ser tan dinámica la situación con las nuevas cepas del virus “ya durante el año pasado fuimos haciendo algunas modificaciones, especialmente cuando pasamos a la etapa de la presencialidad total”. Esa situación, sumada a la aparición de esta nueva variante Ómicron y las campañas de vacunación, obligan a reexaminar la situación.

El “Protocolo CuidaRNos” que se implementó en los establecimientos educativos declaró obligatorio el uso de barbijos durante la permanencia en las aulas; y llevó un esfuerzo permanente para dotarlos de elementos de higiene, como alcohol en gel y dispensers en diversos puntos; toallas de papel y jabón líquido en los baños; recipientes especiales; y cartelería explicativa en lugares comunes.

Al principio se habían establecido sistemas de ingreso y egreso escalonado de los alumnos, para evitar las grandes aglomeraciones. También fue necesario realizar modificaciones edilicias: en varios colegios hubo que refaccionar las baterías de sanitarios. Y en toda la Región Sur, se cambiaron las ventanas que habían quedado fijas a partir de la erupción del volcán Puyehue, cuando las cenizas hacían estragos. “Ahora tenemos que garantizar la ventilación cruzada, por lo que hubo que hacer un gran esfuerzo presupuestario y cambiarlas”, precisó Carrizo.

En su momento se habían distribuido termómetros digitales para tomar la temperatura a cada alumno que ingresaba, pero después – por recomendación de las autoridades sanitarias -, se dejó de utilizar. “El Protocolo sanitario es una herramienta dinámica que se va adaptando a la nueva realidad. Por eso estas reuniones técnicas son importantes para evaluar la situación y ver como encaramos el ciclo lectivo”, precisó.

Durante el 2021 se hizo especial hincapié en el uso adecuado de los barbijos (que deben cubrir nariz, boca y mentón), en las normas de higiene (lavado de manos y disposición de residuos), y en el no compartir elementos personales. Así se logró terminar el año escolar con una situación sanitaria bastante aliviada.