El planeta está cambiando y no le podemos echar la culpa a nadie, salvo a nosotros mismos. Una mezcla de cambio climático, contaminación desbordada y nuevas investigaciones que van dejando atrás algunas certezas con las que crecimos. Por ejemplo: que tomar sol es sano. Que una piel bronceada es saludable. Atención: ahora, la ciencia nos dice que ninguna de las dos afirmaciones es verdadera. Y que hay que cuidarse más que antes.

¿Qué pasó? Hoy se está estudiando con atención la incidencia de los rayos ultravioletas sobre nuestra salud. Más en esta región: nuestros valles se encuentran en un área afectada especialmente por el llamado “agujero de ozono”, que comienza a extenderse a principios de la primavera.

El ingeniero Fernando José Frasetto, integrante del centro de pronósticos de la Autoridad de Cuencas, explica que la radiación ultravioleta no se relaciona directamente con el calor. Puede haber una temperatura agradable pero tener un gran impacto de rayos UV. Y que hay que empezar a cuidarse de la misma.

En estos días en que la ola de calor golpea a nuestras ciudades y se esperan temperaturas de 40°/41°, preocupan los efectos de la deshidratación pero cuidado porque también estará presente la radiación UV. Hay que tener en cuenta que “se eleva muy rápidamente en un corto período de tiempo. A las 10 de la mañana tenés un índice bajo, pero al mediodía empieza a ser muy alto. Y después de las 12, tenemos riesgo extremo. En esta zona recomendamos que entre las 11 de la mañana y las 4 o 5 de la tarde no se expongan al sol”, explicó Frasetto.

Los rayos ultravioletas son parte del espectro de la radiación solar, que integran también los rayos infrarrojos (los que dan la sensación de color), y los del espectro visible, entre otros. La UV es invisible: no se ve, no se siente, pero actúa. Puede producir daños a nivel celular y con el transcurso del tiempo, degenerar en algunas formas de cáncer de piel o cataratas.

¿Por qué no es sano exponerse al sol?

En nuestra cultura está muy asociada la salud con la exposición al sol. Y hoy los especialistas nos aconsejan lo contrario. ¿Qué pasó? Por un lado, los nuevos estudios que permitieron asociar esa sobre exposición solar con enfermedades, porque la piel actúa como un gran acumulador. Cuantas más “horas de sol” tengas incorporadas a lo largo de la vida, más posibilidades de desarrollar alguno de esos males.

“Tomar sol es saludable, genera vitamina D”, afirman los descreídos desde un sentido común que hay que dejar atrás. Pero la ciencia aclara: “Es cierto; pero 20 minutos al día, en un horario en que el riesgo sea bajo o moderado”. Es decir: hasta las 10 – 11 de la mañana, y después de las 5 de la tarde. Y tener en cuenta que el calor no es el único factor que determina el impacto de los rayos UV.

Tiempo inestable para la semana próxima

Las temperaturas extremas de estos días actuarán como un moderador para la sobre exposición solar. Pero… ¿Qué puede ocurrir la semana que viene, cuando una masa de aire polar ingrese en la región provocando inestabilidad y baja de la temperatura? ¿Habrá menos radiación UV? Y la respuesta es que el riesgo sigue siendo el mismo.

“Hay que seguir cuidándose mucho. Usar anteojos oscuros con filtros UV; ropa de algodón, y utilizar protectores solares con un factor de protección 50 o más. Y hay que renovarlo una vez por hora”, afirma Frasetto. Y cuidado también los días nublados: las nubes no filtran los rayos UV.

Cuidado en la playa

Otra respuesta común, arraigada en nuestro famoso “sentido común”, es que estando en la playa o a orillas de algún río, no va a haber problemas porque el agua nos mantendrá la piel humectada. Nada más lejos de la verdad.

El ingeniero Frasetto explica que la arena, las piedras y el agua son superficies que reflejan la radiación UV, por lo que estaremos recibiendo una porción mayor de rayos sobre nuestro cuerpo. Incluso bajo del agua.

¿Eso significa que deberemos privarnos de disfrutar del sol y el aire libre? Como siempre, estarán los tremendistas que buscarán argumentos extremos. Y no, no es así. Se puede disfrutar del sol y del aire libre a condición de tomar las previsiones del caso. Programar nuestras salidas de acuerdo al índice de radiación solar, por ejemplo. Para conocerlo, se puede consultar la página de la Autoridad de Cuencas, que ofrece on line los datos de su estación meteorológica del Paseo de la costa (http://aic.gob.ar/sitio/estacion-pcosta-datosdia). O buscar en internet algún pronóstico de la actividad ultravioleta de cada día. Y llevar la ropa adecuada, sin olvidarse del protector solar.