El encuentro entre un bodyboarder y un león marino, en la playa de St Clair Beach, en Dunedin (Nueva Zelanda), fue grabado por un surfista local que estaba observando lo que ocurría desde su coche y vio al animal salir del agua en dirección al hombre. 

El vídeo empieza ya cuando el bodyboarder empieza a retroceder desde la zona donde llegan las olas. Entrando en pánico, va reculando y parando mientras intenta ahuyentar con su tabla de bodyboard al león marino, que le esquiva cada vez, aunque en alguna ocasión por escasos centímetros.

Finalmente, el chico consigue escapar por las rocas sin que el incidente vaya a más.

Sin embargo, su comportamiento ha recibido críticas por parte de expertos y del autor del vídeo, quien asegura que el joven "debería haberse ido a la primera, sin intentar entrar al agua igualmente y mucho menos parando cada ciertos pasos para intentar golpearle con la tabla". 

"Si le hubiera dado en la oreja o en la cara podría haberle herido, no entiendo su comportamiento", añadía Jones, quien relata también que el león marino se volvió a meter en el agua pasados un par de minutos "sin molestar a ningún otro surfista". 

Por su parte, un agente del Departamento de Conservación Marina de Otago, Jim Fyfe, explicaba al periódico neozelandés que el hombre no tenía mucha experiencia tratando con estos animales: "Que se te acerque un león marino puede dar miedo, pero solo tienes que controlar tu reacción y hacer lo correcto; en este caso le bastaba con el espacio que tenía para escapar, incluso podía mantener la tabla entre él y el animal pero sin usarla y no habría pasado nada; hay que ser aburrido, no interactuar y no convertirse en su foco de atención".

Como dato, cabe decir que los leones marinos neozelandeses son una especie única en el mundo. Actualmente hay unos 12.000 y la colonia está perdiendo efectivos con el paso del tiempo y, de hecho, está penado molestar, herir o matar un ejemplar desde 1978.