Jonathan Frego, el efectivo de la Policía de Río Negro que el 21 de diciembre se encadenó a la vera de la Ruta 22 a metros de la rotonda en Cipolletti, para pedir al Juzgado 7 que le dejen ver a sus hijas, atraviesa un momento muy malo. Sus allegados que lo respaldan aseguran que no ha recibido ningún tipo de la asistencia ofrecida desde la fuerza policial, como por ejemplo la asistencia psicológica y el asesoramiento de un abogado. Incluso señalan que habría sido sumariado por tomar la decisión de hacer público su caso.

El hombre de 33 años tomó la drástica decisión de encadenarse para reclamar que hace dos años no ve a sus hijas  y pedir a las autoridades judiciales que revean la situación y analicen también las denuncias que él ha radicado contra su ex pareja.

Lo asisten desde el principio de la protesta su pareja y un colega de la policía.