El  Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) donó alrededor de 7.000 kilos de cebolla fresca tras determinarse su aptitud para consumo humano. La mercadería había sido decomisada en el puesto de control del Organismo en Río Colorado. Tras los análisis correspondientes, la totalidad de la carga fue donada a entidades de bien público y comedores de la localidad rionegrina.

Las 380 bolsas de cebolla fueron destinadas a entidades de bien público y comedores barriales de la localidad rionegrina de Río Colorado.

“La carga había sido detectada por el personal de la Barrera Zoofitosanitaria Patagónica, en el Puesto de Control de Río Colorado, con irregularidades tales como la falta del Documento de Tránsito Vegetal -  DTV-e y rotulación deficiente e incompleta de la mercadería”, describió el coordinador norpatagónico de Inocuidad y Calidad Agroalimentaria, Ariel Martín.

Tras la interdicción, la totalidad del cargamento se resguardó en la Terminal de Cargas Municipal, un establecimiento habilitado por el Senasa y propiedad del Municipio de Rio Colorado.

“Al no poder constatar el origen sanitario de la cebolla, dispusimos la toma de muestras para enviarlas al Laboratorio Centro de Investigación y Asistencia a la Industria (CIATI) para que se realicen los análisis de residuos y determinar aptitud para consumo”, confió Martín. 

En este sentido, destacó que “estos análisis fueron realizados sin costo por el CIATI, colaborando de esta manera para permitir la donación de un producto que carecía de documentación sanitaria que aparara su origen, procedencia y destino”.

"Tras conocerse la aptitud para consumo humano, decidimos donar toda la carga a comedores barriales y entidades de bien público de la localidad”, explicó Martín.

Finalmente, recordó que “para el tránsito federal de productos y subproductos de origen vegetal y animal, los mismos deben estar correctamente rotulados, indicar claramente el responsable sanitario y circular con la documentación sanitaria que ampara el movimiento”.