La calma de la noche en un barrio de la zona sur de la ciudad, ubicado sobre el paseo del Bicentenario, se vio interrumpida cerca de la medianoche para una familia que fue víctima de un brutal robo. 
Cerca de medianoche cuando una mujer se encontraba en una de las salas de su casa ubicada en uno de los barrios Pino Azul, sintió un ruido fuerte en una ventana. Cuando quiso ver de qué se trataba todo se volvió caos y miedo. Un hombre armado estaba ingresando por la ventana. La joven de unos 30 años apenas alcanzó a llamar a los gritos a su madre y sus hermanos, cuando vio que por otra puerta ingresaron dos ladrones más. Alertadas por los gritos de la mujer, aparecieron en el comedor su madre y su hermana y fueron interceptadas por los atacantes.
Los hombre armados y encapuchados gritaban, empujaban a las víctimas y les exigían dinero una y otra vez.
La atmósfera era cada vez más violenta, cuando los tres sujetos condujeron a las mujeres a la habitación del hijo menor de la familia. Allí, los ataron a todos con alambre por las muñecas a sus cuatro víctimas y les exigieron ponerse boca abajo.
Una vez que redujeron a todos los ocupantes de la casa, los delincuentes revolvieron todo el lugar. Específicamente buscaban plata y eso gritaban todo el tiempo, exigían el dinero. Eso deja firme la pista de que los asaltantes prepararon el atraco en función de un dato equivocado: alguien les indicó que en la vivienda habría una suma que no existía.
Además de pedir dinero los delincuentes decían ser Policías de la provincia de Buenos Aires y hablaban, o simulaban hacerlo, por Handy con otras personas.
Finalmente, al no encontrar el botín que habían ido a buscar, los agresores abandonaron el lugar llevándose una pequeña suma de dinero y algunas joyas.
Como pudieron, las víctimas pidieron ayuda y en pocos minutos la casa se llenó de Policías que les tomaron testimonios y levantaron huellas en el lugar. Por este grave hecho ya tomó intervención la Fiscalía en turno y se están realizando intensos rastrillajes. (ANR)