Con la implementación de Ley de alquileres, en julio se producirá una actualización en los valores establecidos en nuevos contratos inmobiliarios.

De esta manera, el incremento será basado en la inflación e índices salariales, de manera que los montos se elevarán de manera considerable. Para evitar equivocaciones, el valor se puede calcular teniendo en cuenta una serie de indicadores.

Para definir el valor del aumento se debe tener en cuenta el Índice para Contratos de Locación (ICL) del Banco Central que se basa en la inflación determinada por el INDEC y los salarios de acuerdo a la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte).

El presidente de la Federación de Inquilinos Nacional, Gervacio Muñoz detalló que la actualización será solo para los contratos firmados en julio de 2020. Dado que en ese momento regía el congelamiento en el precio de alquileres, aún no se sabe la cantidad de contratos que estarán afectados.

En cuanto a los montos, Muñoz indicó que el índice actual es del 36% y es menor en comparación con otros incrementos. A modo de ejemplo planteó que los alimentos subieron un 46% mientras que la inflación fue del 45%. “El aumento de los contratos estará el mes que viene algún punto por encima del 36%”, adelantó.

Dado que el porcentaje establecido por la Ley de alquileres continúa siendo menor al de otras áreas, Muñoz remarcó que se busca derogar la ley. “La actualización anual baja el ritmo de los aumentos”, planteó el titular de la Federación de Inquilinos Nacional. Por otra parte, Claudio Vodanovich de la cámara Inmobiliaria Argentina detalló que para la actualización se debe calcular “el 50% del RIPTE que mide los salarios de la administración pública y el otro 50% es el índice inflacionario”.

En coincidencia con Muñoz, Vodanovich sostuvo que la Ley de alquileres “perjudicó a todos por igual” dado que no es igualitario a los incrementos dados por la inflación. De hecho, detalló que se vencieron el 70% de los contratos debido al congelamiento de los alquileres. Hecho que “generó mucha oferta y poca demanda”, explicó. En particular porque los propietarios solo adquieren una renta del 2% anual por el alquiler de sus viviendas.